Akasha, el éter universal con el que se forma el espíritu
En el universo en el que nos movemos existen dimensiones y cosas que se escapan al entendimiento humano, como el Akasha, que permanece siempre, formando una especie de atmósfera invisible y mágica que alimenta la esencia de la vida.
Según el Hinduismo, el Akasha es aquella sustancia etérica más sutil y frágil. Constituye el poder espiritual de carácter omnipresente que se encuentra presente por todo el universo y es la energía con la que se forma el espíritu. Sería el vehículo de la vida y de la muerte.
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Akasha es un término sánscrito cuyo significado es el de cielo, éter, quinta esencia, espacio… Un increíble quinto elemento mucho más sutil que el aire, el agua, la tierra o el fuego. Otros lo consideran una especie de gran memoria del universo, en ella se producen todos los eventos, siendo el camino del alma, tanto su pasado como su presente y futuro.
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Antes de todo únicamente existía el Akasha
Según los hindúes, el universo se compone de dos sustancias: el Akasha y la Materia. El primero es omnipresente y forma tanto el Sol como los planetas, las estrellas o los cometas. Es la sustancia sutil y primigenia. En cambio la Materia es todo aquello que es tangible, que se manifiesta. Es lo que se denomina el prana.
La famosa fundadora de la Sociedad Teosófica, Helena Blavatzky, introdujo a principios del siglo XX, en occidente, el concepto de Akasha. Según ella era la interpretación de la fuerza vital universal, lo que para los Rosacruces era la luz sideral o para Eliphas Levy era la luz ocultista. Para el Ruah hebreo es el aliento, el ánima mundi que da lugar a que el pensamiento divino se manifieste en la materia.
Antes de que surgiera el universo que podemos conocer en nuestra limitada percepción de seres humanos, ya existía el Akasha. Porque es eterno, sin principio ni fin, el origen de todo. Los registros akáshicos son los archivos de todo lo ocurrido en el universo, una especie de impresiones en el plano astral de todas las vidas pasadas. Una memoria universal de la naturaleza, formando lo que se podrían definir como el libro de la vida.
Akasha y el vacío cuántico
Siguiendo una visión científica, el vacío cuántico sería ocupado por el Akasha. Es el campo primigenio del que emergen los átomos, las partículas y todas las formas de vida que existen.
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