Alfitomancia, cómo adivinar por medio de la harina
Hace muchos años, la culpabilidad o inocencia de una persona se dejaba a menudo en manos de determinados métodos de adivinación. Si gracias a la intervención de estos el resultado era inocente, el reo salvaba la vida, si no… La Alfitomancia era un método de predicción que usaba la harina para descubrir a los culpables de un delito.
Se pensaba que al elaborar pan con harina de trigo o de cebada, si el reo era culpable sufriría una indigestión que confirmaría las sospechas. A los acusados se les reunía y les obligaban a decir: Si estoy mintiendo, que este pan actúe inmundamente sobre mí. El problema radicaba en que aunque se vendía que el destino era quien dictaría sentencia, lo cierto era que quienes elaboraban el pan inoculaban el veredicto que les interesaba.
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La Alfitomancia y las ordalías
Con este sistema de adivinación se podía seleccionar a los reos que querían condenarse y a los que no. Para ello tan sólo había que aderezar convenientemente el pan durante los ritos religiosos realizados durante su elaboración.
Si se buscaba que el acusado del delito saliese culpable. Con añadir hierbas tóxicas que le provocasen una indigestión, ya estaba todo hecho. Durante el juicio y tras la ingestión del pan, el infeliz sufría una indigestión que normalmente lo hacía vomitar. Señal inequívoca de que era culpable. Cuando se buscaba que el reo saliese inocente, con elaborar un pan normal, sin ningún tipo de añadido extra, la digestión resultaba correcta. Sin duda un sistema totalmente alejado del concepto real de justicia.
Aunque la Alfitomancia no deja al destino decidir sobre la culpabilidad o inocencia de un acusado, otros sistemas medievales actuaban con algo más de ecuanimidad. No obstante, su crueldad era también destacada. Nos referimos a las ordalías o juicios de Dios.
Mediante este sistema de supuesta justicia divina, podían salvarse o condenarse los acusados. En la mayoría de los cosas estas acusaciones guardaban relación con la brujería. Las dos pruebas jurídicas a realizar podían ser la del agua caliente o la del agua fría.
La prueba del agua caliente consistía en introducir el brazo desnudo en un caldero de agua hirviendo para sacar una piedra. Se con el tiempo tardase en curar se decidía si el reo era culpable o no.
En la prueba de agua fría, sumergían en un estanque, mar o río al acusado, con las manos y los pies atados. Sólo era considerado culpable si el hombre o la mujer flotaba. Por lo que solía salir inocente, aunque en algunos casos una larga permanencia bajo el agua terminaba en ahogamiento.
Alfitomancia es un antiguo sistema de adivinación. Se trataba de adivinar la inocencia o culpabilidad de un acusado por medio de la harina con la que se elaboraba el pan que ingerían.
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