Almas gemelas. Conoce este fascinante mito
Se considera que las almas gemelas son aquellas que se cree que antes de nacer ya mantenían una relación íntima en alguna dimensión y en algún tiempo indeterminado. Según esta visión, las almas gemelas sienten una ligación emocional fuerte y casi instantánea.
El concepto de las almas gemelas puede remontarse a la mitología egipcia sobre la creación de los humanos.
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Según los egipcios, alrededor de 1800 a.C. el dios Jnum moldeaba la forma de dos humanos a partir de una bola de barro. Luego, la diosa Isis impregnaba a estas figuras humanas hechas de barro vida, espíritu (ka) y alma (ba).
De esta forma, la mitología egipcia explica la existencia de las almas gemelas como aquellos que fueron moldeados desde la misma bola de barro y recibido su vida, espíritu y alma en el mismo momento, o sea, nacieron juntos.
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El mito de los griegos sobre las almas gemelas
El filósofo griego Platón en su obra Symposium, escrita entre los años 189-191 a.C., relata sobre los inicios de la creación del mundo en una época donde los humanos convivían con los dioses. La descripción de los humanos de aquella época lejana es el punto de partida para el mito de las almas gemelas.
El relato fue contado y popularizado por Aristófanes por lo tanto también recibe el nombre de “El discurso de Aristófanes”. La historia describe a los humanos de aquella época remota como seres que tenían dos caras, cuatro brazos y cuatro piernas.
Al contrario de lo que uno podría imaginar, estos humanos de la antigüedad eran ágiles y extremadamente rápidos ya que conseguían coordinar perfectamente sus extremidades y tenían un cuerpo que los ayudaba a moverse circularmente. La naturaleza humana era circular y de allí salía el resto de las extremidades. Contaba con una cabeza con dos caras viradas hacia lados opuestos.
Además, según el mito existían tres géneros: el femenino, el masculino y el andrógeno que combinaba ambos sexos. Se consideraba al género masculino como hijos del sol, al género femenino como hijas de la tierra y a los andrógenos como hijos de la luna.
La ambición de los humanos los llevó a escalar hacia el cielo para enfrentarse a los dioses sin éxito. Zeus y los otros dioses pensaron en la manera adecuada de castigar esta insolencia. La exterminación no era una solución válida y no podían dejarlos ir impunemente. Finalmente, Zeus tuvo una solución que combinaba la sobrevivencia de los humanos y una fórmula para volverlos menos fuertes y hábiles. La fórmula consistía en cortar a los humanos por la mitad.
Entonces, Zeus comenzó a cortar con un hilo a los humanos por la mitad como si fuesen un huevo y pidió a Apolo que girara la cara de cada mitad hacia donde se produjo el corte como recordatorio de lo que pasó.
Apolo también tuvo la misión de sellar a todas las mitades de los humanos creando los estómagos y sellando todo concentrando el amarre en un solo punto: el ombligo. Pero debido a que los humanos separados ansiaban estar completos nuevamente se acoplaban a sus mitades olvidándose de las necesidades básicas hasta morir. Y así empezaron a morir las mitades.
Al ver esto, Zeus se compadeció de los humanos ideando una nueva solución. Tomó los genitales de las mitades y los puso hacia el lado del corte donde está girada la cara. De esta manera, Zeus designaba la reproducción de los humanos por inseminación de lo femenino con lo masculino.
Es así, como cada humano hoy busca su alma gemela, su otra parte o también llamada su media naranja, para poder calmar el dolor de la herida primordial de los dioses.
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