Conoce los arquetipos de mujeres salvajes
Mirarse hacia adentro y conocerse es despertar los Arquetipos de mujeres salvajes que están dentro de ti. Es vivir lo Sagrado Femenino y exhalar su esencia. Ser tú misma. Es conectar con el ser auténtico femenino.
El periodo patriarcal en que vivimos comprende entre 6000 a 4000 años, parece bastante extenso, pero un periodo mucho más extenso e interesante cubre como mínimo un millón de años o según los vestigios arqueológicos al menos unos 25000 años, este es el periodo matriarcal, del culto a la divinidad femenina, periodo en donde nacen los Arquetipos de mujeres salvajes.
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¿Qué son los arquetipos de mujeres salvajes?
El término ha sido popularizado por la escritora estadounidense Clarissa Pinkola Estés, en su libro «Mujeres que corren con lobos» donde afirma que las mujeres llevan en su psique el arquetipo de la Mujer Salvaje.
Según lo describe la escritora, toda mujer lleva en su interior esa esencia en estado natural, salvaje, es lo sagrado, es el «alma femenina«. Es todo lo que es instintivo, tanto del mundo visible como oculto. En palabras de la propia Clarissa:
Es la fuerza vida-muerte-vida; la incubadora. intuición, clarividencia, es la que escucha con atención y tiene un corazón leal. Alienta a los humanos a seguir siendo multilingües: fluidos en el lenguaje de los sueños, la pasión, la poesía. Ella susurra en sueños nocturnos; ella deja un rastro de cabello áspero y huellas fangosas de la raíz del alma de la mujer. Estos signos llenan a las mujeres y con el deseo de encontrarla, liberarla y amarla. (…) Estuvo perdida y olvidada durante mucho, mucho tiempo. Es la fuente, la luz, la noche, la oscuridad y el amanecer. Los pájaros que nos cuentan secretos le pertenecen. Ella es la voz que dice: «Por aquí, por aquí».
El arquetipo de la mujer salvaje, es por lo tanto, la que sabe, la que ama y conserva su libertad y cultiva su creatividad (en todos los sentidos). En esta sociedad patriarcal es fácil desconectarse de ella y perderse en el camino para reencontrarla.
En el libro “Mujeres que Corren con Lobos” la escritora indica el camino para el reencuentro con la esencia de estos arquetipos, que como tales, son conceptos universales que están en el inconsciente colectivo de la humanidad.
Estos arquetipos representan lo primordial de lo femenino, la sabiduría ancestral, la madre tierra, la Loba, la Huesera, la Bruja, o la Anciana. Desde el conocimiento de la medicina, pasando por la magia, la determinación y el coraje, hasta el traspaso del conocimiento y la sabiduría.
5 Arquetipos de mujeres salvajes y sus características
Si bien hay nomenclaturas diferentes con algunas características que las definen y hacen únicas, los diversos arquetipos se conjugan en uno, en el arquetipo de la mujer sagrada y salvaje, pero te presentaremos algunas diferencias entre ellos.
La huesera
La Huesera conoce los caminos de la mujer en la medicina. Ella es un hueso hueco por donde la Gran Madre transmite sus mensajes. Conoce los Ritos, trae el Poder de lo Invisible para sus hermanas y les trasmite lo Sagrado.
La huesera también es la que aprendió a leer y cantar los huesos, sabe qué hierbas coger, las plumas, las señales sagradas. Ella no teme hablarle a los Dioses, ella canta a las mujeres que acuden a su cueva, les enseña plegarias y juntas tejen caminos de amor. Sus canciones están cargadas de fuerza y medicina.
Arquetipos de mujeres salvajes – La loba
La loba escoge los huesos. Su cueva está llena de huesos de todo tipo de criaturas del desierto: el venado, la serpiente de cascabel, el cuervo. Sin embargo, su especialidad son los huesos de lobos.
Ella busca por arroyos, montañas, lechos secos de los ríos y va juntando hasta el último hueso de un lobo y arma su escultura, luego piensa qué canción cantará, se aproxima a la escultura de huesos y canta, costillas, cola, carne, todo comienza a ganar vida.
La criatura comienza a respirar al ritmo del canto, y la Loba canta aún más, con tal intensidad que tiembla el suelo, y mientras canta, el lobo abre los ojos, salta y sale corriendo por el desfiladero.
En algún momento de la carrera, ya sea porque va a mucha velocidad, o cruzando un río le salpica agua, o por un rayo de sol o luz de luna que le ilumina, el lobo se transforma repentinamente en una mujer que se ríe y corre libre hacia el horizonte. Es la vida que se expresa, es lo femenino que se libera.
La bruja
La bruja es uno de los arquetipos femeninos de mujeres salvajes más conocidos y tal vez menos comprendido, figura central de los cuentos de hadas, los mitos, la imaginación de niños y adultos, con sus estereotipos basados en la fealdad, las arrugas, la maldad. Todos preconceptos de la institución religiosa, frente a los grandes poderes de las mujeres sabias.
El rescate del arquetipo de la bruja le devuelve su justo significado, mujeres sabias que tenían abundante conocimiento de la naturaleza, conocimiento de sí mismas y que no se dejaban guiar por la sumisión ni por los poderes religiosos o patriarcales.
La figura de la Bruja está asociada a la adivinación y a la intuición, a la búsqueda del verdadero ser, y al proceso por el cual llegamos al autoconocimiento, entrando en contacto con el inconsciente personal, pero sobre todo con el inconsciente colectivo.
La anciana
Existen otros arquetipos de la mujer sagrada femenina como la anciana que es la que posee sabiduría, compasión, humor, vitalidad. Sabe qué decir y hacer en las horas más precisas, sabe guardar silencio en lugar de pronunciar palabras que puedan ofender a los demás.
La hechicera
Por último tenemos a la hechicera que es la que posee la magia y rescata los poderes de las fuerzas de la naturaleza para ponerlas al servicio de los demás. De alguna manera, todos estos arquetipos se conjugan en uno que representa la fuerza sagrada de lo femenino.
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