Ayuno como forma mística y de elevación espiritual
El ayuno es una de las principales herramientas para la comunión con nosotros mismos y con nuestras divinidades. El ayuno espiritual es la abstención del alimento con fines espirituales.
El objetivo es llevar a una persona a la claridad espiritual completa y facilitar la comunicación y comunión profunda con lo Sagrado, esto debido a que el cuerpo no utiliza la energía para la digestión, y el cerebro tendrá más energía para reflexionar sobre las cosas espirituales.
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Como práctica religiosa es voluntaria, se requiere la pureza de vida y excluye la pantalla. También es usado como un acto de arrepentimiento, una expresión de lamento y como una súplica, principalmente por los Judíos donde es llamado ta’anit, taanis o taʿanith.
Cómo se debe practicar el ayuno
- Defina su propósito: pida a sus Guías profundos que le muestren con claridad la dirección y el propósito de su ayuno para su desarrollo y evolución.
- Haga un compromiso: defina la duración de su ayuno (medio día un día), qué tipo de ayuno (sólo ingerirá agua o zumos, o sólo frutas) defina claramente de qué otras cosas se abstendrá y qué tipo de oraciones o lecturas utilizará, comprométase a cumplir cada una de las cosas que se ha propuesto.
- Evalúe su condición física: si tiene algún problema de salud, primero resuélvalo y deje el ayuno para otro momento, no se ponga en riesgo, consulte un médico si fuese necesario.
- Prepárese espiritualmente: haga el ayuno sin ruidos mentales, idealmente reconciliado con su pasado, para evitar obstáculos que impidan su evolución espiritual.
- Retome su alimentación gradualmente: no ingiera alimentos sólidos inmediatamente después de terminado el ayuno, vaya gradualmente con comidas livianas, zumos, frutas y alimentos de fácil digestión.
Para qué me puede ayudar el ayuno
- Para alejar miedos: muchas cosas que nos dan miedo pueden ser reflexionadas y meditadas con mayor claridad gracias al ayuno, ya que no hay “toxinas” que nos estén aumentando estos temores al momento de aclararlos y comprenderlos.
- Para quien está arrepentido: arrepentirse por cosas que hemos hecho es un acto muy saludable si lo hacemos sin sentimiento de culpa, intentando comprender lo que pasó y comprometiéndonos a no pasar por ese mismo camino nuevamente. Intentando reparar doblemente el daño que se ha causado.
- Para la conversión: convertirse significa cambiar de dirección. Soltar hábitos que nos impiden el crecimiento y la evolución y seguir otro camino, otra dirección que nos haga sentirnos unitivos, sin contradicciones.
- Para encontrar respuestas profundas: si tengo dudas, o necesito respuestas profundas para mi vida, el ayuno servirá para alcanzar mayor profundidad y claridad y así oír las respuestas que vienen de los espacios insondables.
- Para lograr humildad: para alejar las ansias de poder y encontrar un camino de humildad, donde el ego se minimice y salga a la luz la esencia de los lugares sagrados expresada en la humildad en mí.
Hay muchos pasajes en los libros sagrados que hablan del ayuno. Particularmente queremos referir uno de la Biblia, donde Jesús le dice a sus discípulos que conseguirán hacer milagros sólo con el poder de la fe, la oración y el ayuno. En Mateo 17.18-21:
18 Entonces reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora.
19 Se acercaron entonces los discípulos a Jesús y le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?
20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe. De cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará; y nada será imposible.
21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno.
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