Baños de sal ¿Cómo purificar tu cuerpo con sal?
Cuando sientes tu cuerpo cargado de energías discordantes, que amenazan con romper tu estado armónico, haciéndote sentir agotado, desgastado y sin ánimos de continuar, nada mejor que realizar un de los muchos baños de sal para restablecer el campo energético natural.
La sal es un limpiador de energía por excelencia, reconocido a lo largo de los siglos. Sus múltiples propiedades van más allá del modesto uso que se le da en las cocinas modernas. Tratar con personas en convalecencia, laborar en ambientes conflictivos o con alto tránsito de personas, situaciones de mucho estrés e incluso la envidia ajena, pueden cargarte de energía negativa.
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Aquí te enseñamos cómo anular esa sensación utilizando baños de sal.
Baños de sal en la bañera
Para los dos tipos de baños de sal que recomendaremos en este artículo, puedes emplear sales preparadas fáciles de adquirir en cualquier tienda del ramo esotérico, o simplemente un poco de sal marina. Para aquellos que cuentan con una bañera o tina en el aseo de su residencia, se recomienda primero bañarse de forma habitual. Finalizado ese punto, limpiar la bañera, agregar las sales (preparadas o la natural) y luego agua.
El agua debe estar caliente y luego agregar poco a poco agua fría, hasta alcanzar una temperatura cómoda para ti. Las sales preparadas tienden a disolverse, la natural es de más difícil integración. Para evitar accidentes o incomodidad, recomendamos colocar la sal en el extremo inferior de la bañera, contrario al lado donde te sentarás. La medida de sal natural, para los baños en tina, puede ser de medio kilo y hasta uno completo.
Preparado el baño de sal, entra en la bañera y deja que el agua recorra tu cuerpo. Visualiza como la energía negativa es arrastrada lejos de ti, por la acción del agua y la sal. Puedes visualizar también una luz blanca que cubre tu cuerpo y ayuda con el proceso.
Abandona la bañera cuando el agua esté fría. Deja que el agua y los residuos de sal salgan por el drenaje, en su totalidad (la bañera debe quedar limpia al terminar). Sécate con una toalla de algodón o preferiblemente deja secar tu cuerpo al aire, a menos que el clima esté frío.
Enciende una pequeña vela blanca en agradecimiento a tus guías y protectores, por actuar en el ritual y ofrecerte su protección.
Baños en la ducha
También puedes realizar baños de sal en la ducha, si no tienes bañera en tu hogar. Para este caso, solo necesitas la cantidad de sal que puedas retener en el puño cerrado de tu mano dominante (aquella con la que escribes).
Nuevamente puede ser sal marina natural o preparada en casas esotéricas. Realizas tu rutina normal de aseo, y al finalizar tomas un puño de sal. Procede a pasar la mano por tu cuerpo, como si sostuvieras el jabón.
Importante: lo que tocará tu cuerpo será la mano cerrada. La sal nunca tocará tu piel. Mientras realizas los movimientos, como si estuvieras aplicándote jabón, visualiza la sal absorbiendo toda la negatividad que te aqueja.
Al terminar de recorrer tu cuerpo, deja caer la sal por el drenaje. Colócate debajo de la ducha abierta, un minuto, y listo. Igual que en los baños en la tina, puedes secarte al aire o con una toalla de fibra natural. Recomendamos finalizar el ritual, encendiendo una vela de agradecimiento para tus guías y protectores.
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