Almohadas de semillas, conoce los beneficios
Las almohadas de semillas son un antiguo recurso para combatir el estrés y los dolores corporales, principalmente los de tipo muscular, gracias a su textura característica y forma maleable, capaz de adaptarse a los pliegues de la anatomía humana, proporcionando un suave masaje. Es común que en la elaboración de este tipo de almohadillas de simientes, se agreguen hierbas como eucalipto, menta, manzanilla, hierbabuena, flor de lavanda y cascaras secas de frutas.
Este tipo de materiales, al ser sometidos a una fuente externa de calor, desprenden un tenue olor al que se atribuyen propiedades relajantes, por lo que las almohadas de semillas también constituyen una importante herramienta en sesiones de aromaterapia. Con fines terapéuticos, las almohadas de semillas pueden ser utilizadas frías (para contrarrestar inflamaciones), calientes (para contribuir con la relajación) o a temperatura ambiente.
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El tamaño y grosor de las almohadas de semillas varía de acuerdo a la zona del cuerpo en la que se aplicará (espalda, pecho, vientre, cuello, ojos). Esta circunstancia también incide en los materiales de confección.
Algunas almohadas de semillas, especialmente las que son diseñadas para el rostro y no serán sometidas a fuentes de calor, pueden contener pequeñas cantidades de aceites esenciales de origen herbal. Sin embargo, en la mayoría de las almohadas de semillas no se utilizan resinas de este tipo, sino que el aroma depende de la reacción que experimentan las plantas y simientes, al calentarse.
Ingredientes de las almohadas de semillas
En el proceso de confección de las almohadas de semillas, se utilizan telas y elementos 100% naturales. Asimismo, es fundamental conocer si el usuario de la almohada padece algún tipo de alergia vinculada a los materiales.
Las simientes y granos más utilizados en la creación de almohadas de semillas y hierbas, son: maíz, arroz, lino, cascaras de trigo sarraceno, garbanzos, lentejas y semillas frutales. Estos elementos le brindan textura a la almohada. Igualmente pueden agregarse, hojas secas de plantas y flores.
Puedes adquirir las almohadas de semillas en botánicas y tiendas especializadas, o confeccionarlas por ti misma, utilizando tela de algodón y las simientes y hojas de tu preferencia.
¿Cómo preparar almohadas de semillas?
Recorta la tela de algodón, de acuerdo al tamaño que quieras darle a la almohada; puede tener las mismas dimensiones de una compresa o un teléfono celular. Generalmente las almohadas de semillas son pequeñas para poder manipularlas con facilidad. La forma puede variar (circular, cuadro, rectángulo), dependiendo de tu preferencia y el uso que le darás.
Recuerda recortar dos trozos de tela, del mismo tamaño, como si estuvieras elaborando un cojín. Cose los bordes y deja un espacio, por donde introducirás las especies vegetales. Coloca dentro de la almohada las semillas y hierbas que elegiste (también puedes hacer una almohadilla rellena solo con granos y simientes, son las de mayor uso). No utilices mucha cantidad de semillas, la almohada debe ser suave, no rígida.
Cose el borde de la almohada para cerrarlo, y listo. Para utilizarla caliente, ponla en el microondas por un minuto. La idea es que pruebes incrementando poco a poco el tiempo de exposición al calor, así podrás determinar la temperatura adecuada para ti, sin quemar tu piel.
Las almohadas de semillas tienen un período de vida relativamente corto (un año, dependiendo del uso que le proporciones). Se recomienda guardarla en un envoltorio plástico, cuando no se encuentre en uso.
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