Budismo tibetano, el lamaísmo de los Himalayas
Dentro de los diversos tipos de budismo existentes, el budismo tibetano es aquel que se desarrolló en los Himalayas, en aquel entorno mágico y de espíritu místico que parece facilitar el descubrimiento de la verdad. Este tipo de budismo también recibe el nombre de tántrico, vajrayana o lamaísmo.
Es practicado por el seis por ciento de los budistas. Además es una de las escuelas budistas más conocidas y seguidas en Occidente. El único sitio en el que es mayoría su práctica es en Bután y Mongolia, convirtiéndose en la segunda religión más importante de Nepal.
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Normalmente, el budismo tibetano es la religión prioritaria de los pueblos mongoles y tibetanos. Reconocen al Dalái Lama como Bodhisattva, respetándolo como un alto maestro espiritual, aunque cada escuela posee una jerarquía propia y un tipo propio de enseñanza.
Relacionado con este tipo de budismo, aparece siempre la figura del lama. Aunque existe una división entre monjes y laicos, los lamas ostentan una importancia no sólo religiosa sino también de vital envergadura en la vida social y económica del Tíbet.
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Historia del budismo tibetano
La influencia religiosa y cultural del Tíbet se extendió por el norte de la India, Bután y Nepal. Fue durante el reinado de Altan Khan, emperador del Imperio mongol, cuando el budismo tibetano llegó a convertirse en la religión oficial del Imperio.
La máxima figura espiritual del budismo lamaísta mongol es llamada Jebtsundamba Khutuktu y en el de Bután recibe el nombre de Je Khenpo. Es elegido de una forma parecida a como se hace con el Dalái Lama y el Panchen Lama, considerados una emanación de la divinidad.
En Nepal y India, sobre todo en la parte de los Himalayas indios, siempre hubo comunidades de lamas a lo largo de la historia. Sin embargo, con la llegada de miles de refugiados tibetanos huyendo de la invasión china, su número aumentó considerablemente. Tanto que la más importante comunidad tibetana en el exilio y el propio Dalái Lama viven en Dharamsala, India.
La gran prueba de fuego del budismo tibetano fue la invasión de su país por China, en 1950. Desde entonces se prohibió la práctica de su religión, se destruyeron monasterios y encarcelaron a muchos monjes. Algo que hizo que se extendiese por Occidente, surgiendo su primer interés tras la creación de la Sociedad Teosófica, donde destacaron Helena Blavatsky y el devoto budista Henry Steel Olcott.
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