Carpas rojas y el misterio del sagrado femenino
Las carpas rojas, u hospedajes lunares como también se les conoce, es un espacio sagrado destinado a celebrar la feminidad de cada mujer, durante el momento del ciclo menstrual. Esta práctica, asociada a culturas antiguas (como los nativos americanos) y sociedades matriarcales, está siendo rescatada en los últimos años gracias a la voz de escritoras como Miranda Gray y Anita Diamant.
Gray es una autora británica, creadora de la Bendición del Útero y reconocida por sus aportes en el tema de la aceptación de los ciclos femeninos, y su papel en la sanación espiritual. En su libro Luna Roja (1994), trata los arquetipos. Por su parte Diamant, autora de origen estadounidense, creó una verdadera revolución con su libro “La Tienda Roja”, que fue precisamente la pieza inicial del movimiento de las carpas rojas.
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¿Cómo funcionan las carpas rojas?
Las carpas rojas, tal y como su nombre lo indica, son tiendas (color rojo) colocadas temporalmente en determinados espacios, para propiciar el encuentro entre las mujeres de todas las edades.
Aunque la figura central, son aquellas que atraviesan el período de menstruación, también se incluyen mujeres en la fase menopáusica, pues son consideradas fuente de sabiduría, al haber atravesado los distintos estadías de la ciclicidad femenina.
El evento suele ser organizado por una activadora certificada de carpas rojas, quien invita a las congregadas a compartir los saberes, y los tabúes impuestos sobre la menstruación y la feminidad. En este sentido, la reunión tiene un efecto catártico dado que impulsa a reconocer todos aquellos bloqueos y esquemas, relacionados con lo femenino, impuestos por la sociedad, la familia o el yo.
De acuerdo con terapeutas alternativas, especializadas en ginecología natural, reconocer estas pautas y aceptar con amor el poder de lo femenino, tiene un poder liberador integral. Es decir, que la sanación no se produce simplemente en el plano espiritual, sino que repercute en lo emocional, y en lo físico, siendo el síntoma más palpable el alivio del síndrome premenstrual.
Las carpas rojas y la luna
Uno de los ejercicios terapéuticos, vinculados con las conversaciones en las carpas rojas, es el sembrado de la luna roja, ritual que (por lo general) realiza cada mujer individualmente, y en soledad.
El sembrado de la luna roja consiste en tomar la sangre menstrual (acumulada en un algodón, compresa de tela o copa lunar), diluirla en agua y entregarla a la tierra, o utilizarla en el regado de plantas.
La técnica busca despertar el poder interior y anular el miedo (o asco) que sienten algunas hacia la menstruación, debido a los siglos de educación patriarcal, que intentaba reducir a la mujer, calificándola de impura durante su período o después del parto.
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