Collares de Santería. Conoce aquí sus significados
Para entender más sobre los collares de santería, primero debemos saber que, cada religión marca los momentos de pasaje o evolución de sus seguidores con una serie de prácticas rituales, como los sacramentos de bautismo, comunión y confirmación, en el seno de la Iglesia Católica.
Lo mismo sucede en el mundo de la Santería o Regla de Osha, sistema de creencias que fusiona a las deidades católicas con los rituales ancestrales del pueblo africano Yoruba, basados en el culto a las fuerzas de la Naturaleza.
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Uno de los ritos de pasaje más conocidos de la Santería, y que suele ser uno de los elementos que llevan a la identificación de los fieles de esta religión, es la imposición de collares de santería, también llamados elekes o iñales.
Los collares de Santería, confeccionados a mano con cuentas de colores, representan la conexión del neófito con las deidades africanas, y la protección que éstas le ofrecerán en el transcurso de su vida.
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El compromiso de los collares de Santería
Es importante señalar que las personas o seguidores de la Santería que reciben los collares, no tienen la obligación de “hacer o recibir el Santo” (consagración final), ni realizar otras ceremonias posteriores. Los collares de Santería no se colocan por capricho o porque son “bonitos”, su imposición depende de dos factores cruciales:
- la necesidad por parte del usuario y
- la disposición de protección por parte los Orishas (deidades de la Osha).
Mediante la interpretación de los signos de los caracoles (diloggun) o el tablero de Ifá, los Orishas comunican al santero (generalmente un babalawo), que el individuo debe recibir la imposición de collares para su protección.
La decisión de que se coloquen los collares de Santería, en lugar de realizar una limpieza ritual común, obedece a la gravedad de los problemas que atraviesa el consultante, ordinariamente relacionados con salud, protección, destino o vocación religiosa.
Algunas personas inescrupulosas, han tomado la Santería como un negocio y no una religión, por lo que invitan a sus seguidores a realizarse una ceremonia tras otra, sin que medie una necesidad y sólo para obtener dinero.
Cuidado: no todos los creyentes de la Osha se vuelven sacerdotes de una deidad (santeros) o babalawos. Es un tema en el que privan la necesidad, la fe y la voluntad de las deidades, por encima de los intereses monetarios.
El medio asiento de Osha
Cada Casa de Santo tiene sus propios ritos relacionados con la imposición de collares o medio asiento de Osha, la mayoría de ellos son secretos para quien no pertenezca a la religión o incluso al mismo grupo o cofradía.
Comúnmente la ceremonia incluye largas letanías de oraciones (algunas de ellas en lengua africana) y la purificación física y espiritual del adepto, por parte de una ayudante de su mismo sexo.
Los collares de Santería son impuestos por un santero, que a partir de ese momento se convierte en padrino del receptor de los elekes. Antes de la ceremonia, el padrino indaga el nombre del orisha protector del sujeto.
Algunas casas de santo utilizan esa información para el diseño de los collares (representando en ocasiones el camino del santo), y en otras es una influencia para establecer el orden de imposición de los elkeles.
Cada collar representa una deidad. Por norma, en la ceremonia se colocan 5 collares (las 5 deidades principales de la Santería), los demás abalorios se van sumando, conforme se avanza en los distintos grados de la religión.
La secuencia, más común, utilizada en la imposición de los collares es Elegua, Obatalá, Yemaya, Shango y Oshun. Esto puede variar dependiendo del protocolo de la casa de santo, en algunas de ellas el último collar que se impone es el de la deidad de “cabeza” o protectora del feligrés. En ocasiones se añade Oyá
Las colores de los collares de Santería
Como ya fue establecido, las cuentas de colores que conforman los collares representan a los orishas, y en algunos casos los caminos (aspectos) de éstos.
- Cuentas rojas y negras – Eleggua. Dios de los Caminos (Santo Niño de Atocha/ Divino Niño Jesús)
- Cuentas blancas – Obatalá (el Todopoderoso)
- Cuentas blancas y azules – Yemayá. Diosa del Mar y la Maternidad (Virgen de Regla/ Virgen del Valle)
- Cuentas rojas y blancas – Shangó. Dios del Fuego y la Pasión (Santa Barbará)
- Cuentas amarillas – Oshún. Diosa del Amor y la Riqueza (Virgen de la Caridad del Cobre)
Algunos de los collares que pueden ser entregados en otras ceremonias de Santería son:
- Cuentas rojas, marrón con rayas negras y blancas – Oyá. Diosa de la Tempestad y los Cementerios (Virgen de la Candelaria)
- Cuentas amarillas y verdes – Orúla. Dios de la Adivinación (San Francisco de Asis)
- Cuentas verdes y negras – Oggún. Dios de los Metales (San Pedro/ San Miguel Arcángel)
- Cuentas azul, miel y ámbar – Oshosi. Dios de la Cacería y Brujo (San Norberto)
- Cuentas moradas con rayas azules – Babalu Aye. Dios de las enfermedades (San Lázaro)
- Cuentas azul claro, azul oscuro, blanco y cristal – Olokún. El Mar
Mantenimientos de los collares de Santería
Una vez impuestos, debe evitarse utilizar los collares al dormir, bañarse o durante la práctica de actos sexuales. Salvo en casos de enfermedad, en los que se recomienda dormir con el collar de Obatalá.
El irrespeto de estas normas, la exposición a la negatividad y el paso del tiempo, pueden hacer que los hilos de los collares se tensen (se pongan tiesos), ocasionando la rigidez de los mismos.
En estos casos, deben refrescarse los collares colocándose en una sopera con miel y agua de coco, durante un período de 24 horas. Esta limpieza (llamada refrescamiento), también puede hacerse sólo con agua de coco.
Cuando no están en uso, los collares de Santería deben colocarse sobre las soperas de los Orishas o estar envueltos en un paño color blanco, preferiblemente extendidos. Algunas casas de santo consideran una falta de respeto enrollar los collares.
Si alguno de los collares se rompe, se considera una señal de problemas significativos. No trate de volver a enhebrarlo, consulte a su padrino o guía espiritual sobre las medidas a tomar (consulta, baños, etc.).
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