Cómo aumentar tu frecuencia energética para mejorar tu vida
Todo el Universo está hecho de vibraciones. Cada una de las cosas que conocemos está hecha de pequeñas partículas llamadas quarks y electrones, que se comportan como ondas. Nosotros mismos estamos compuestos de ondas. La pregunta “¿Cómo aumentar tu frecuencia energética?”, tiene que ver con esto. Puesto que no siempre vibramos al mismo ritmo, y de eso depende cómo manifestamos nuestra energía.
Cuando vibramos en una frecuencia baja, las cosas suelen complicarse. Son esos días (o períodos) en los que sentimos que nada nos sale bien. Cuando la frecuencia energética es baja, cumplir con las tareas cotidianas es más difícil, y todo se siente cuesta arriba.
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En cambio, al aumentar tu frecuencia energética sentirás una motivación mayor para hacer las cosas. Pero lo que es aún mejor: también notarás que todo fluye más armoniosamente. Es que nuestras ondas están vinculadas con las del Universo. Si vibramos en una frecuencia más alta, atraemos cosas mejores.
Entonces, ¿Cómo aumentar tu frecuencia energética para mejorar tu vida? Hay varias formas de hacerlo, y estas son algunas de las más eficientes.
Cómo aumentar tu frecuencia energética: 4 formas que funcionan
La buena noticia es que cuando tu frecuencia energética está baja, es posible aumentarla de distintas maneras. Elijas la manera que elijas, lo más importante es que lo hagas con mucha concentración, y enfoques todos tus pensamientos en intentar revertir la situación.
Cómo aumentar tu frecuencia energética con yoga y meditación
Una de las formas más usuales para aumentar la frecuencia vibratoria es practicar actividades como yoga y meditación. Estas disciplinas ancestrales nos conectan con lo más profundo de nuestra esencia, y ayudan a aumentar la energía.
Como dijimos, es muy importante que cuando hagas estas actividades, ya tengas en mente tu objetivo de aumentar la frecuencia energética. Si bien siempre funcionan, si lo haces con esa clara meta, obtendrás mejores resultados.
Lo ideal es practicar todos los días, o al menos varias veces por semana, para tener resultados duraderos.
Escribir para aumentar la frecuencia energética
Escribir es otra manera de conectar con nuestra vibración más profunda. Nos ayuda a encontrar algunas ideas que quizá no teníamos del todo claras, y eso contribuye a mejorar nuestra energía.
Una forma sencilla de usar la escritura para aumentar la frecuencia energética es escribir todas las mañanas, al menos unos minutos. Esta costumbre ayuda a bajar los pensamientos a primera hora y comenzar el día vibrando en una mejor sintonía.
Para quienes tienen más práctica en la escritura, puede resultar beneficioso escribir poesía.
Practicar el mindfulness
La idea de conectar con el presente y prestar atención a las cosas que pasan a nuestro alrededor es una gran manera de aumentar nuestra frecuencia energética. Es una práctica que lleva tiempo y hay quienes la adoptan como una forma de vida.
Sin embargo, hay formas sencillas de ponerla en práctica y empezar a conseguir sus beneficios. Una de las mejores es hacer pequeñas caminatas en clave mindfulness. Para ello, tómate un rato para dar un paseo en el que pongas todos tus esfuerzos en prestar atención a lo que sucede a tu alrededor, y no tanto en tus pensamiento.
Siente el aire en la cara, presta atención a todos los sonidos, intenta mirar no sólo hacia adelante sino también tener alerta la vista periférica. Son cosas que te ayudarán a aumentar tu frecuencia energética.
Si lo haces seguido, es una actitud que te resultará cada vez más sencillo replicar en otras circunstancias de la vida cotidiana.
Mantener hábitos saludables
Una de las cosas que más atentan contra nuestra frecuencia energética son los malos hábitos. Si quieres realmente vibrar en buena sintonía con el Universo, es importante que prestes atención a esto.
Tomar suficiente agua, hacer ejercicio, comer saludable y descansar de forma adecuada son algunas claves indispensables para mantener alta la frecuencia energética. Después de todo, no podemos olvidar que cuerpo y espíritu están íntimamente ligados, y no podemos tener uno sano si no cuidamos el otro.
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