Cómo detectar la mentira gracias al lenguaje corporal
Mentir es una acción que no todo el mundo realiza igual. Están los que lo hacen sin tapujos, normalmente porque no les importa que los descubran. Y también los que son tan buenos disimulando que es difícil saber lo que realmente piensan. No obstante, por muy buenos que sean, el lenguaje corporal puede ayudar a detectar la mentira.
Con la forma de hablar se puede intuir que nuestro interlocutor pretende engañarnos. Así, una voz temblorosa sirve para advertir que lo piensa no es lo mismo que lo que dice. Pero son sus gestos los que servirán en muchos casos para ponernos en alerta.
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Tocarse la barbilla, rascarse la cabeza o la nariz mientas se afirma una cosa indican que algo pasa. En el interior de la persona que tenemos delante existe un conflicto que sale a relucir mediante gestos como los mencionados. El código de comportamiento habitual de la persona se altera, ya sea por un miedo concreto o por tener la intención de mentir.
Gestos que ayudan a detectar la mentira
Sudor en la frente
Normalmente, cuando una persona se siente amenazada comienza a transpirar abundantemente. La frente se llena de gotitas de sudor que delatan nuestro nerviosismo. No quiere decir que esta situación sea una prueba absoluta para detectar una mentira, pero sí un indicio a tener en cuenta.
Detectar la mentira – Mantener la mirada fija
Generalmente se piensa que es fácil detectar una mentira en aquellas personas que no son capaces de mirarnos a los ojos mientras realizan su afirmación. La vergüenza o el miedo hacen que eviten a su interlocutor.
Sin embargo, también se puede mentir manteniendo la mirada fija en la otra persona. Aquel que miente observa fijamente la expresión que emite el receptor de su información. De esta manera comprueba si este cree lo que dice.
Por ello es importante estar atentos a la mirada fija de una persona a la hora de detectar una mentira.
Bajar la voz y tragar saliva
Es habitual que cuando alguien miente su tono de voz disminuya. Se produce un sube y baja bastante apreciable. De un tono normal se pasa a uno más bajo para retornar, una vez soltado el engaño, al tono habitual.
Hay que estar atentos a estas subidas y bajadas de tono para intentar así detectar la mentira que nos tratan de colar.
Respecto a tragar saliva, es algo muy común que sucede cuando mentimos. Aunque se trata de una acción inconsciente, cuando estamos nerviosos lo realizamos de una manera bastante consciente. Sabemos lo que estamos haciendo y nos preocupa que nos descubran.
Detectar la mentira – Mover las manos y los brazos
Cuando hablamos solemos mover las manos y los brazos para reforzar aquello que estamos contando. Sin embargo, cuando mentimos estos movimientos se reducen considerablemente. Tratamos de suministrar la menor información posible para evitar ser descubiertos.
Se puede detectar una mentira al comprobar que nuestro interlocutor se masajea el cuello o las piernas mientras nos está afirmando algo. El estrés que genera la acción de mentir hace que trate de aliviarse de alguna manera.
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