Cómo fortalecer tu sistema inmunológico emocional
Seguramente te has preguntado cómo fortalecer tu sistema inmunológico emocional. En un contexto global como el actual donde prevalece la desesperanza y la incertidumbre, es fundamental establecer fuertes defensas mentales que permitan mantener a raya la negatividad. De esta forma, será posible convivir mejor con el miedo, la frustración y la ansiedad.
Aquí algunas recomendaciones para llenar tus días de buena energía y equilibrio.
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Cómo fortalecer tu sistema inmunológico emocional
Permitir que las emociones fluyan
El crecimiento emocional forma parte del proceso natural de todas las personas. Dejar que los sentimientos sigan su curso es sano. Llorar, reir, dejar fluir la rabia y la alegría, forman parte de las actitudes que no debes dejar de practicar.
Dar un tiempo para sentir dolor
Lo que se resiste, persiste. Esta es una máxima que debemos tener en cuenta en todo momento. No podemos mirar hacia otro lado cuando una situación nos afecta en gran medida. Si se ha perdido el empleo, se ha sido desafortunado en el amor, o cualquier otro motivo de tristeza o desmotivación, será necesario dejar salir todos los sentimientos. Llorar si es necesario sin sentir pena por ello. Se debe tener tiempo suficiente para vivir el duelo.
No resignarse
Aceptar no se traduce como resignación ya que esta última tan solo trae un sentimiento de amargura ante la imposibilidad de poder hacer algo diferente. Es posible aceptar, pero procurar otras alternativas y opciones. Por más difíciles que parezcan las cosas, es posible evaluar alternativas que permitan que las personas puedan ser felices.
Fortalecer la autoestima
Pese a que no es posible cambiar las situaciones, sí es probable lograr ver las cosas desde otro punto de vista diferente. Desarrollar nuevos hábitos, potenciar la creatividad, hacer ejercicios o meditación, todas son excelentes alternativas que se traducen en opciones para procurar esperanza y felicidad. Las personas deben tener un objetivo de vida, algo que les impulse a pararse de la cama, emprender nuevos proyectos y vivir cada día como si fuera el último.
Hacer ejercicio
La denominada hormona de la felicidad se produce cuando las personas realizan ejercicio. Permite dormir mejor y controlar los niveles de estrés y ansiedad. Otra de las posibilidades consiste en practicar yoga, pilates y baile. No estamos hablando de muchas horas, un par por semana bastará para que exista un impacto positivo en la salud mental y corporal.
Alimentación saludable
El comer de forma saludable siempre es una excelente opción. Sin embargo, en esta etapa es fundamental mantenerse mucho más equilibrado. Existen alimentos con elevados niveles naturales de vitaminas A, B, C, D y E. El cerebro aprovecha los carbohidratos complejos que están disponibles en las frutas y verduras. En caso de cuadros depresivos, existe déficit de ácido fólico y complejo B por lo que ingerir alimentos ricos será una excelente alternativa, por ejemplo, hígado, almendras, espinaca.
Buscar siempre a personas positivas
Elegir bien a las personas con las cuales nos relacionamos es vital para evitar caer en cuadros depresivos. Si estamos dentro de círculos positivos traeremos a nuestras vidas la misma energía. Por el contrario, si tenemos personas negativas y depresivas, será ese el mismo contexto que nos acompañará a la hora de enfrentar situaciones adversas.