Orión ¿Quién es y cuál es el origen de la constelación?
En la mitología griega, Orión era hijo de Poseidón el dios del mar y de Gea (Juno en la mitología romana). Después de su nacimiento el joven Orión creció tanto que se convirtió en un verdadero gigante. Era tal su tamaño que se dice que andaba por el mar sin que las aguas pudiesen cubrirle los hombros.
La imagen de Orión está representada por un guerrero alzando en una mano su espada y en la otra su escudo a su lado están sus perros guardianes Canis mayor y Canis menor, persiguiendo a la liebre o al toro.
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El mito de Orión
Orión se fue a vivir a la isla de Quíos, donde conoció a Mérope y rápidamente se enamoró de ella.
Habló con su padre el rey Enopión para pedir la mano de su hija a lo que el rey accedió positivamente, pero con una condición, le pidió al gigante que matase algunas criaturas en su reino nefastas para los cultivos y las buenas cosechas de su reino.
El amor de Orión era tan grande que aceptó inmediatamente y exterminó a los animales que causaban daño en la isla. Sin embargo Enopión, faltó a su palabra y se negó a entregar a su hija en matrimonio.
Orión iracundo procuró vengarse, pero no logró encontrar al rey que se escondió en unas catacumbas muy intrincadas y de difícil acceso.
Enfurecido aún más el poderoso gigante desató en cólera y comenzó a matar a toda criatura que se cruzase por su camino, fue tan despiadada su matanza que no hizo distinción entre criaturas malas o bondadosas, mató a todo sin piedad.
Gea, su madre, al ver tal atrocidad reaccionó y pidió a su hijo que parase con aquella destrucción. Pero Orión hizo oídos sordos a su pedido y continuó descargando su ira contra todos.
Este gran cazador, se tornaría soberbio y un día frente a sus amigos vanagloriándose se sus matanzas y envaneciéndose de que ninguna criatura feroz, fuese león, tigre, pantera o serpiente era capaz de destruirlo.
Esto despertó la ira de Gea que le envió un escorpión muy venenoso, al ver esta pequeña amenaza Orión se sonrió y en un descuido el escorpión le clavó su aguijón en el talón inyectándole el poderoso veneno.
El dios herido de muerte le pidió ayuda al poderoso Zeus, quien fue condescendiente y accedió a sus súplicas. Así, lo puso en el firmamento a pedido del propio Orión, juntos a sus perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y a una liebre (Lepus), para que los hombres al mirar las estrellas recordaran al gran cazador.
También para su venganza, Orión le pidió a Zeus que le diera el dominio de las tormentas, tempestades, vientos y hielos y así poder vengarse de Gea (la tierra). Accediendo a este pedido la tierra tembló y así nacen los terremotos.
También Zeus envió a Escorpión (Scorpius) al cielo, pero lo puso lo más alejado posible de Orión para que nunca más volvieran a enfrentarse. Entonces ocurre hasta nuestros días que cuando Orión se esconde, la constelación de Escorpio muestra sus pinzas. Y mientras que Orión aparece durante el invierno, Scorpius lo hace en el verano, perpetuando así su lucha constante.
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