¿Cuántos cuerpos espirituales tenemos? Descubre cómo funcionan
El ser humano es un extraordinario compendio de cuerpo, mente y alma. Una triada mágica que impulsa al hombre en su impredecible camino por la vida. Existen además diversos órganos que perciben y actúan en diversas dimensiones del ser humano. Pero, ¿cuántos cuerpos espirituales tenemos?
Nuestro ser se compone de diez cuerpos espirituales que suponen diversas manifestaciones de la psiquis personal y transpersonal. La actividad de cada uno de este tipo de cuerpos concierne también al funcionamiento energético de cada persona. La armonía entre los diez cuerpos permite alcanzar un estado elevado tanto de existencia como de conciencia.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
¿Cuántos cuerpos espirituales tenemos?: 10
1. Alma
Su presencia no está ubicada en ningún sitio concreto del ser humano sino que vibra a lo largo de todo nuestro ser. Supone la esencia del hombre, la energía divina que posee todo ser humano. En los casos en los que no mantenemos contacto con ella se produce la depresión, la confusión entre quienes somos interiormente y quienes creemos que somos en el exterior. La mejor manera de conectar con el alma es mediante la meditación.
2. Mente negativa
Al investigar sobre cuántos cuerpos espirituales tenemos, la presencia de la mente negativa y la positiva son fundamentales. La mente negativa es un cuerpo espiritual que nos permite la capacidad de discriminación. Aquella que nos hace ver los obstáculos. Si bien resulta muy beneficioso saber con qué nos enfrentamos respecto a los pensamientos que pasan por nuestra mente, si la mente negativa está desequilibrada generará temor en nosotros.
3. Mente positiva
Es el cuerpo espiritual que nos abre la puerta al optimismo. Al igual que la mente negativa nos muestra los obstáculos, la positiva se encarga de enseñarnos las posibilidades. Su desequilibrio da lugar a acciones impulsivas que no miden las consecuencias de las mismas.
4. Mente neutral
En cuanto a los cuerpos espirituales que poseemos, la mente neutral ocupa el cuarto puesto. Es la intuición. Se ocupa de filtrar los aspectos de la mente positiva y negativa. Gracias a ello sabemos cómo debemos actuar ante una situación. Si está desequilibrada nuestras acciones no serán totalmente acertadas pues el temor lo impedirá.
5. Cuerpo físico
Al preguntarnos por cuántos cuerpos espirituales tenemos, el cuerpo físico también hay que tenerlo en cuenta. Mientras este se mantenga sano estará conectado armónicamente con el ser mental y el espiritual. Las enfermedades o bloqueos suponen obstáculo para el desarrollo espiritual. Llevar una vida sana es la mejor prevención.
6. Arco de luz
Se encarga de la protección psíquica. Un arco de energía que une un lóbulo de la oreja con el otro. Si nuestro poder mental es fuerte, el arco de luz protegerá mejor nuestra mente. Cuando este arco está débil la mente cae en el desequilibrio y resulta vulnerable a todas las emociones.
7. Aura
En este caso estamos ante la proyección física combinada con la proyección psíquica. Es la proyección de la energía interna. Protege todo nuestro ser como un extraordinario caparazón que filtra la energía negativa que diariamente nos rodea, controlando y canalizando toda esa energía conscientemente.
8. Cuerpo pránico
Es un cuerpo energético que fluye dentro del cuerpo físico. Prana es la energía vital, aquella que mantiene al cuerpo vivo. Si no hay prana, el cuerpo deja de vivir. En los casos en los que el aura está fuerte, el prana se mantiene en buenas condiciones y circula. Un aura débil o desequilibrada hace que se pierda el prana y enferme el cuerpo.
9. Cuerpo sutil
Es el noveno de los cuerpos espirituales que tenemos. Como su nombre indica, es muy delicado y difícil de percibir. Está entre lo real y lo irreal. Cuando se encuentra débil nuestro apego será hacia las cosas materiales, mientras que cuando tiene fuerza es posible conectar con nuestra alma.
10. Cuerpo radiante
El último de los diez cuerpos espirituales que tenemos es el cuerpo radiante, el cual, como su propio nombre indica, emite una potentísima luz. De esta manera puede manifestarse el ser a través de la presencia. Su debilidad implica que la presencia se reduzca al mínimo, sin que produzca efecto externo sobre los demás. Esta desarmonía propicia el fanatismo de la persona.
También te puede interesar:
- 5 hábitos de personas autoconscientes
- 8 hábitos para crear pensamientos positivos
- Cómo practicar la gratitud en tiempos de pandemia