Cuencos tibetanos, aprende cómo usar para crear armonía
Los cuencos tibetanos, también conocidos como tazones cantadores o rin gong, son recipientes metálicos de forma circular, utilizados para obtener sonidos al ser tocados con una vara de madera.
Tradicionalmente son un antiguo elemento propio de las ceremonias religiosas asiáticas, sin embargo, con la globalización y el despertar espiritual de la Nueva Era, su uso se ha popularizado.
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La intención de hacer sonar los cuencos tibetanos, es aprovechar el sonido que producen al resonar, para armonizar la vibración energética de nuestro cuerpo, equilibrar chakras, propiciar la sanación y cambiar niveles de conciencia.
Este método es utilizado como terapia individual o parte integral de sesiones de yoga, meditación, reiki y musicoterapia, partiendo de la idea de que una vibración armónica puede modificar otra más débil o desequilibrada.
La origen de los Cuencos Tibetanos
Los primeros cuencos tibetanos conocidos fueron creados a mano, a partir de la mezcla de 7 o 9 diferentes tipos de metal, (dependiendo de la religión del practicante). Las dimensiones y pesos de los recipientes también variaban.
En la actualidad los procesos de fabricación de los cuencos tibetanos se han industrializados, dando mayor importancia a la producción masiva en fábricas, que a la artesanal. El tamaño promedio de las vasijas modernas es de 5 a 35 cm.
Cómo se desarrolla una sesión de cuencos tibetanos
Para iniciar tu sesión individual de cuencos tibetanos (también puedes acudir con un terapista especializado), lo primero que debes hacer es situarte en un espacio cómodo y tranquilo, donde no seas molestado.
Seguidamente siéntate en una posición confortable en el piso, una silla o estera de yoga. Los practicantes tradicionales asumen la posición de flor de loto, para tocar los cuencos, pero no es obligatorio hacerlo.
Toma el cuenco y la vara de madera en tus manos y levántalos a la altura de tu pecho (frente al corazón). Frota la vara de madera por los bordes de la boca del recipiente, siguiendo un movimiento circular.
No te detengas, hasta escuchar un sonido que recuerde a un zumbido o vibración. Si te cuesta conseguir el sonido, golpea el centro del cuenco una vez y luego procede, rápidamente, a tocar los bordes de la vasija con la varita.
Una vez que consigas producir el sonido, enfoca tu atención en él y permite que la ansiedad abandone tu cuerpo. Repite por el tiempo que consideres necesario.
Beneficios de utilizar los cuencos tibetanos
Puedes obtener innumerables beneficios al emplear los cuencos tibetanos como una forma de terapia individual, diaria, semanal o incluso mensual.
Entre ellos podemos mencionar:
- Disminución de los niveles de estrés y ansiedad
- Facilita los procesos de relajación
- Induce un estado propicio para la meditación, la serenidad y los viajes astrales
- Equilibra ambos hemisferios cerebrales
- Promueve el cambio conciencia y vibración
- Ayuda en el funcionamiento armónico de los chakras
- Recarga el campo energético personal
- Proporciona alivio ante dolores de cabeza
- Aumenta la creatividad y la paz interior
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