Nuestros custodios, los pequeños querubines
Los querubines forman parte del segundo coro celestial de acuerdo a la tradición católica.
Para poder ver a los querubines, se requiere de un estado de elevación espiritual importante. Su función principal es alabar a Dios en todas sus manifestaciones.
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Numerosos artistas de renombre, han incluido en sus obras a los querubines, entre ellos el consagrado Rafael que incluyó en las estancias de la Capilla Sixtina.
El nombre de querubín se asocia con un joven de gran belleza y la traducción más literal implica los segundos o los próximos. En el libro de Génesis, se le da amplia referencia a los querubines. Siempre que en la Biblia se hace referencia al fuego divino, aparece justo detrás la figura de los querubines.
Son grandes aliados para la búsqueda de protección, sabiduría y conocimiento. Son llamados Yesabel, Zofiel, Ophaniel, Rikbiel, Uriel, Zofiel, Yesabel, Cherubiel y Rafael.
Cuándo invocar a los querubines
Los querubines son guiados principalmente por el Arcángel Gabriel y transmiten sabiduría y conocimiento.
- Contribuyen a generar sueños más placenteros y un mejor descanso.
- Se invocan para problemas relacionados con la cara, los dientes y la boca.
- Incrementan la sabiduría en todos los aspectos de la vida diaria.
- Conectan a las personas con su voz interior.
- Alejan la depresión y la ansiedad.
Se distinguen siempre por permanecer contentos y, además, ser muy divertidos.
Rituales para atraer a los querubines
Para lograr la asistencia y protección de los querubines, se puede realizar un ritual sencillo con una vela blanca que va dedicada a Dios y otra azul que se consagra a los querubines.
Se dice que si lo que se pretende es ayuda en el amor, se puede invocar a Yesabel, uno de los querubines considerado como el más sensible de todos. Este querubín puede enviar la señal que se necesita en caso de que la elección amorosa sea errónea.
También será capaz de enviar los mensajes necesarios para que la persona que se encuentra frente a su media naranja.
Para lograr la protección de Yesabel, puede disponerse de un pequeño altar en la habitación. Sólo debe colocarse una pequeña mesa redonda con un mantel azul, que se dispone cerca de una ventana.
Son necesarias diez velas, cinco blancas y cinco de color rosa que se sitúan sobre un plato en forma de círculo; cada vela se coloca intercalada de acuerdo al color.
La petición se coloca en un papel justo bajo el plato. Para lograr captar la atención de este querubín, se emplea una campanita que suena para invocarle. También suelen emplearse hojas de eucalipto dispuestas, también, en el mismo altar.
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