Danza oriental, elimina tensiones y armoniza la energía
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El ser humano necesita movimiento, ejercitar sus extremidades, lo que puede tener lugar mediante la danza. Las personas se mueven y manifiestan otra forma de expresarse y de interactuar, ya sea con fines artísticos, religiosos o de mera diversión. La danza oriental es una de estas formas de expresarse con el cuerpo. La imagen que nos viene a la mente cuando hablamos de ella es la de una mujer realizando movimientos con la pelvis. Sin duda es un movimiento distintivo de la danza oriental, pero hay mucho más.
Se trata de un tipo de baile que supone una evolución de varias danzas ancestrales provenientes de lugares como Oriente Proximo, Grecia y el Norte de África. El raqs baladi es un baile muy básico, en el que apenas existen desplazamientos y donde el efecto visual más destacado son los movimientos de pelvis.
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Con el tiempo fue evolucionando hasta convertirse en la danza oriental que conocemos, también llamada raqs sharqi. Se compone una amalgama de movimientos pertenecientes al folclore egipcio o a las danzas occidentales clásicas y contemporáneas. Con ellos se mueven todas las partes del cuerpo, aunque siempre destacando el movimiento de la pelvis.
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Posibles orígenes de la danza oriental
Aunque sus primeras manifestaciones resultan difíciles encontrar en la oscura noche de la historia, parece ser que en época del Antiguo Egipto aparecen las primeras referencias. Existen frescos de entre el año 1300/1200 antes de Jesucristo en los que se observa a mujeres mostrando las posturas típicas de la danza oriental.
Autores romanos como Marcial y Juvenal hablan de conjuntos de bailarines de Hispania y Asia Menor realizando movimientos similares a los de la danza de la que hablamos en este artículo.
Beneficios de la danza oriental
Se trata de un baile que sin duda genera beneficios físicos, pero hay que tener en cuenta que también es beneficiosa para la mente.
- El cuerpo se ve favorecido por la mejora de su flexibilidad. Resulta un magnífico ejercicio cardiovascular.
- Resulta un ejercicio muy apropiado para las mujeres embarazadas ya que les ayuda a preparar el vientre antes de dar a luz. Cuando ya se ha producido el parto sirve para que el abdomen vuelva a estar como antes.
- El movimiento de la danza oriental fortalece brazos y hombros, así como el tronco superior. También ayuda que las piernas adquieran más fuerza.
- Este baile ayuda a la mente a eliminar la ansiedad y las tensiones al trabajar sobre los centros de energía del cuerpo. Impulsa a que se armonice la energía.
- Favorece el desarrollo de la autoestima. Logra que sus practicantes alcancen el bienestar general gracias a su ejercitarla regularmente.
La danza oriental es la evolución de otras danzas más antiguas originarias de Oriente Próximo o el Norte de África. Destaca el característico movimiento de pelvis.
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