Cómo dejar ir objetos con valor sentimental
A la hora de ordenar el hogar, una de las cosas más importantes es deshacerse de lo que ya no nos sirve. O, dicho de otra manera, dejar espacio para las cosas nuevas. Ordenar la casa es, de alguna manera, algo muy similar a ordenar la vida: si no soltamos lo viejo no podemos dejarle lugar a lo nuevo. Todo esto parece bastante sencillo cuando hablamos del guardarropas o de los cajones de la cocina. Pero cuando se trata de dejar ir objetos de valor sentimental, la cosa parece más difícil.
La gurú de la organización, Marie Kondo, deja los objetos de valor sentimental para el final del proceso de orden porque reconoce que es lo más complicado. Sin embargo, más allá del momento en el que decidas encargarte de tus objetos con valor sentimental, sabemos que no será fácil deshacerte de ellos.
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Entonces, ¿Por qué tenemos que dejar ir objetos con valor sentimental?
Como dijimos al comienzo, básicamente para permitirte hacer espacio para cosas nuevas. Además, descubrirás que los objetos con valor sentimental que decidas conservar tendrán un lugar mejor en tu vida, los apreciarás más, y te darán mayor felicidad. Además, te ayudará a sentir alivio y menos peso. Dejar ir objetos es, de alguna manera, soltar parte del pasado.
En suma, les darás a los que conserves el lugar que merecen y dejarás espacio para todo lo que esté por llegar a tu vida.
Consejos para dejar ir objetos con valor sentimental
1. Chequea estado en el que se encuentran
De nada sirve acumular objetos que están en mal estado. Por mucho valor sentimental que tengan, no tiene demasiado sentido acumular cosas rotas, que no generan satisfacción al mirarlas y que no tienen una función. Por eso, un buen primer paso es dejar ir los objetos con valor sentimental que ya no sirven.
2. Reduce y reorganiza las fotos
Las fotos suelen ocupar mucho espacio, pero parece una locura pensar en eliminarlas. Sin embargo, si te tomas el trabajo de revisar tus cajas de fotos viejas, descubrirás una enorme cantidad de ellas que puedes dejar ir. Fotos de personas que no conoces, de gente que ya no está en tu vida y no te interesa recordar, fotos o rotas o húmedas, etc.
El siguiente paso es sacar las que queden de esa bendita caja y armar álbumes. Organizarlas de modo tal que sea sencillo llegar a ellas cuando desees recuperar un recuerdo lindo. En ese proceso, seguramente también lograrás dejar ir algunas más que al principio te parecieron importantes pero que, a la hora de organizar, entiendes que ya no tienes ganas de conservar.
3. Dibujos, cartas y recuerdos en papel
El mismo proceso que con las fotos, sucede con los dibujos, cartas y otros papeles. No todos los necesitas, no todos te dan felicidad. Así que empieza por dejar ir aquellos papeles de personas que realmente no te interesan más, y todo lo que esté en mal estado.
Luego, lo que quede, organízalo. Un dibujo de tus hijos cuando pequeños puede ser un cuadro, o puedes armar carpetas o álbumes. Al final, en poco espacio tendrás hermosos recuerdos a los que puedas volver.
4. Búscale un lugar a todo
Finalmente, la regla básica para dejar ir objetos de valor sentimental es esta: deja de arrumbar. De verdad, no puede servirte tener objetos apilados a los que ni siquiera puedes llegar. A todo lo que quieras conservar, búscale un lugar.
Si no lo tiene y es imposible encontrarle uno, déjalo ir. Tener el cuarto de abajo de la escalera repleto de objetos de verdad, no tiene ningún valor sentimental. Es pura acumulación.
Lo mejor de los objetos con valor sentimental es poder aprovecharlos y que te den felicidad. ¡Ocúpate de ello y deja ir lo demás!