Diosa Hera, esposa de Zeus y Reina de los dioses
La mitología convirtió a la diosa Hera en una divinidad de imagen negativa, en cuyo carácter primaba el poder, el rencor y las ganas de venganza. Sin embargo, a pesar de estas cualidades, su culto fue muy extendido por todo el Mediterráneo, erigiéndose en su honor numerosos templos y santuarios.
Era la esposa del Rey de los dioses de la mitología griega, Zeus, quien ocupaba el lugar más importante en el Olimpo. Su equivalente en la mitología romana era Juno. A la diosa Hera se le sacrificaba una vaca, algo que con el tiempo pasó a ser el pavo real. Era hija de Rea y Cronos.
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Su carácter violento y vengativo solía estar dirigido contra las amantes y los hijos de Zeus, aunque tampoco se libraban aquellos mortales que tenían la mala fortuna de cruzarse en su camino.
Un ejemplo de estos últimos sería Paris, el cual entró en su lista negra al elegir como diosa más bella a Afrodita, lo que hizo que desde entonces se ganase su odio eterno.
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Importancia de la diosa Hera
El papel de esposa de Zeus la convertía en poderosa y temida. Pero no sólo eso, sino que también ejercía de protectora del amor conyugal, de la familia y todas aquellas relaciones que eran legítimas.
Por extensión su protección se extendía hasta el hogar familiar y de todas las personas que lo habitaban. La importancia que tenían en la antigüedad las estructuras familiares consideradas ordenadas y la fertilidad femenina permiten entender que los cultos dedicados a la diosa Hera estén entre los más antiguos de la historia de Grecia.
Un ejemplo de este viejo culto lo tenemos en el templo dedicado a la diosa Hera en Samos, cuya construcción puede remontarse a finales del siglo IX antes de Cristo.
Templo que a lo largo de los siglos fue reconstruido y rehabilitado en numerosas ocasiones, perpetuando su culto en Samos hasta que el cristianismo fue impuesto.
Descendencia de la diosa Hera
La gran mayoría de los autores antiguos coinciden en colocar a Zeus como el padre la casi todos los hijos engendrados por la diosa Hera. No existen infidelidades conocidas, algo que tendría sentido al tratarse de una divinidad protectora de la estabilidad familiar y la fidelidad.
Existe alguna excepción en la que la propia diosa decidió tener un hijo sin la intervención de dios alguno, quizá para vengarse de su esposo por sus múltiples infidelidades. Cuando hizo esto engendró criaturas deformes, parece que como castigo.
En cuanto a su descendencia legítima, la diosa Hera tuvo a Ares, dios de la guerra, Hebe, diosa de la juventud, Ilitía, diosa de los partos y a la diosa de la discordia, Eris.
La diosa Hera es considerada una divinidad rencorosa y vengativa. Como esposa de Zeus se convirtió en Reina de los dioses, poderosa y temida.
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