4 diosas que son arquetipos de empoderamiento

Las mujeres hoy se reencuentran con los aspectos sagrados de la feminidad. Hay una búsqueda por redescubrir la verdadera misión y la esencia de la vida de las mujeres. Hay muchas diosas que son arquetipos de empoderamiento y hoy se tornan referentes para el poder femenino.

Diosas que son arquetipos de empoderamiento

Las mujeres son seres múltiples y llevan numerosos arquetipos dentro de sí mismas, Diosas que son arquetipos de empoderamiento. A continuación, veremos algunos de los arquetipos más conocidos a lo largo de la historia.

Venus de Willendorf

Las estatuillas encontradas de la Venus de Willendorf muestran que es un símbolo de la vida. De vientre amplio, grandes pechos, con varios huevos (en algunas versiones), sin duda que está ligada a la vida, a la fertilidad, el agua y la tierra.

Al igual que otras divinidades antiguas Gea, Virgen María, Iemanjá, Isis, Demeter, Cihuacóatl, en términos sintéticos diremos que representa a La Madre, al proceso de gestación y alumbramiento.

Hécate, Isisi (las magas)

La cultura patriarcal ha querido opacar la capacidad creadora de la mujer más allá de maternidad y de su interacción sexual con el hombre, además ha tenido un rechazo al carácter sexual femenino, intentando demonizar este aspecto de empoderamiento y temido por las corrientes conservadoras que sólo ven lo femenino como madre o esposa.

El arquetipo de maga, dependiendo de cada sociedad, ha tenido varios sinónimos desde curandera, pasando por chamanas, brujas o hechiceras.

Este arquetipo, representado en varias diosa como Hécate, Isis, Badajaga, Ishtar o Ixchel, entre otras, corresponde al poder de curación de lo femenino, a la fuerza de su intuición, lo inexplicable, la magia, la creación, el cuidado, el poder de la naturaleza.

Este poder casi siempre fue manipulado por lo masculino, atribuyéndose interpretaciones desde lo masculino de una característica propia de lo femenino, como en la antigua Grecia por ejemplo donde los mensajes de las Pitonisas eran interpretados por el patriarcado.

Pero en la actualidad se ha intentado rescatar toda esta fuerza de las magas, en corrientes de la New Age por ejemplo, se ha intentado rescatar ritos, cosmogonías y diversos temas que le den el lugar que se merecen a estos atributos.

Atenea (Minerva)

El arquetipo de la diosa Atenea, representa el conocimiento, la sabiduría y está profundamente vinculado al lado guerrero y de lucha. Este arquetipo le da al equilibrio femenino, la capacidad de crear estrategias, dedicación a los estudios, compañía y disciplina en el trabajo.

Salvo en las culturas nórdicas, donde las mujeres luchaban codo a codo con los hombres, casi siempre se trató de ridiculizar, menospreciar y tratar de forma peyorativa este atributo de lucha de las mujeres, nuevamente el patriarcado con temor a lo femenino.

Por ejemplo la figura de las amazonas, puestas como símbolos sexuales o de entretención; la capacidad de ira de la mujer vista como histeria y no como una fuerza de transformación, e incluso en la actualidad muchas mujeres se debaten entre su profesión o el casamiento y la familia.

Aquí cabe mencionar la derivación a otro arquetipo que representa por ejemplo, la diosa hinduista Sarasvati y que sería la sabia. El concepto de mujer madura y protectora de un clan con su conocimiento y sabiduría también es repetido en varias culturas.

No estamos hablando sólo del empoderamiento a nivel profesional o laboral, sino a un nivel más profundo que tiene que ver con el conocimiento de la vida, de la naturaleza y no sólo de datos o conceptos.

Kali y Erinias

Este arquetipo quizás sea el más temido y combativo por las sociedades masculinas, principalmente la occidental. La destructora representa para Jung:

“Lo escondido, lo angustioso, lo secreto, lo que destruye, devora, seduce, el abismo, el mundo de los muertos, lo que envenena, lo que es inevitable”

Kali es la madre Universal en el del hinduismo, pero es también la que destruye a los demonios y la maldad. Este arquetipo es complejo, ya que en muchas historias y leyendas antiguas se muestra a la madre matando a sus hijos, simbolizando el poder de dar vida pero también de quitarla.

Kali, así como la Erinias en la cultura griega, eran las destructoras de lo ilusorio, de la confusión, de lo que ya no servía, para restablecer un nuevo orden y renovar el ciclo, sin duda que es el concepto, ineludible, de creación que está presente en este arquetipo.

La lista de diosas que son arquetipos de empoderamiento femenino es muy extensa y se hace necesario continuar investigando para que en nuestras sociedades se siga avanzando en minimizar las diferencias, de falta de acceso, salariales o puestos dirigentes, tan necesarias en estos tiempos de una nueva sensibilidad.

Los arquetipos

El concepto de arquetipo fue acuñado por Carl Gustav Jung, definiendo un conjunto de imágenes psíquicas presentes en el inconsciente colectivo, que él define como la parte más profunda del inconsciente humano, es decir, son parte de nuestra psique.

En otras palabras, son un conjunto de información inconsciente, que ejercen una gran influencia en el comportamiento y en las creencias del ser humano.

Los arquetipos femeninos

Los arquetipos, en general, vienen de creencias repetidas durante miles de generaciones, eternizadas a través de la tradición oral, la difusión de historias construidas a lo largo del tiempo, que dieron lugar a mitologías, leyendas y cuentos de hadas. Son parte de nuestro inconsciente y por ello nos identificamos con ellos.

Tal vez uno de los arquetipo más conocidos y que es transversal a tiempos y culturas es el de la Gran Madre, Pacha Mama, Diosa madre, Diosa matriarcal, Gaia y así siguiendo. Puede corresponder a varias deidades femeninas, pero representa varios conceptos comunes: La Tierra, la Madre Naturaleza, la vida, lo femenino.

Los antiguos antes de saber que la procreación provenía de la unión del espermatozoide con el óvulo consideraban a la figura femenina como la diosa creadora de la vida, antes de ser un receptáculo, era la vida misma. Luego se transformó en el acogimiento que torna posible la vida.

Pero lo femenino no se queda en una imagen de maternidad, sino que va mucho más allá de ello, es un vasto misterio que aún se debe descubrir porque como todo lo humano está inacabado, en continuo cambio, en desarrollo y evolución.

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