Conoce los 5 mejores trucos para dormirse más rápido
Dormir es, además de un placer, una necesidad para recargar nuestro cuerpo y disponerlo en óptimas condiciones para la jornada siguiente. Sin embargo, no todo el mundo es capaz de conciliar el sueño con facilidad. El estrés o los problemas del día a día impiden en muchos casos el merecido descanso. Para dormirse más rápido hay algunos truquillos que resultan muy efectivos.
Gracias a ellos se puede hacer frente al insomnio, el gran enemigo un numerosos seres humanos. No obstante, si conseguimos por ejemplo mantener un horario habitual para acostarnos o tomamos leche templada antes de ir a la cama, Morfeo facilitará nuestro merecido sueño.
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5 trucos para dormirse más rápido
Utilizar una técnica respiratoria adecuada
El famoso médico estadounidense Andrew Weil, de la Universidad de Hardvard, creó en 2015 una técnica que permite dormirse más rápido. Concretamente en un periodo de tiempo tan breve como son sesenta segundos. Para ello tan sólo hay que inspirar durante cuatro segundos. Acto seguido debemos mantener la respiración a lo largo de siete segundos. Por último, expiraremos durante ocho segundos.
Según el afamado doctor, cuando realizamos este proceso tres veces seguidas antes de acostarnos nuestro cuerpo se relajará y estará en las condiciones más óptimas para conciliar fácilmente el sueño.
Hacer deporte durante el día
Puede hacerse tanto por la mañana como por la tarde. El esfuerzo realizado permitirá posteriormente dormirse más rápido. No obstante, es recomendable que el ejercicio físico realizado tenga lugar siempre al menos tres horas antes de ir a la cama.
Los estudios demuestran que si se practica dentro de las tres horas anteriores a acostarse suele generar efectos negativos para conciliar el sueño.
Respetar un horario habitual para acostarse
Para dormirse más rápido hay que mantener un horario constante tanto a la hora de acostarse como a la de levantarse. Los ritmos circadianos son cambios mentales, físicos y de conducta que acompañan a un ciclo diario. Responden sobre todo a la luz y a la oscuridad en el entorno del organismo. Por ejemplo, dormir por la noche y mantenerse despierto a lo largo del día supone un ritmo circadiano vinculado a la luz.
Si nos acostamos y despertamos siempre a la misma hora, o al menos seis días a la semana, nuestro cuerpo se adapta y es posible dormirse más rápido al igual que despertarse automáticamente a la hora acostumbrada.
Disponer el dormitorio para el mejor descanso
El entorno para descansar tiene que ser lo más propicio si queremos caer rápidamente en brazos de Morfeo. Una temperatura entre los dieciocho y los veintidós grados favorece un ambiente agradable.
Si a ello le añadimos una iluminación indirecta, cálida, persianas bajadas y ventanas cerradas, la calma inundará la habitación. Si a pesar de todo perduran los ruidos, unos tapones para los oídos siempre son una magnífica solución.
Beber leche templada
Sin duda uno de esos consejos de toda la vida de las madres para que la prole pueda dormirse más rápido. Y es que la leche contiene triptófano, un aminoácido que nuestro cuerpo transforma en serotonina, la llamada hormona del sueño. Al tomar la leche templada favorecerá nuestra relajación, reduciendo así el estrés del cuerpo.
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