¿Qué es el encuentro con la sombra? Cómo trabajar tu lado oscuro

Acuñada por primera vez por el psiquiatra y psicoanalista suizo Carl Jung, el encuentro con la sombra representa un acercamiento a los aspectos reprimidos de la personalidad que el ego rechaza. Según Jung, «La sombra personifica todo lo que el sujeto se niega a reconocer sobre sí mismo». Es un punto oscuro sobre nuestro comportamiento, y esta sombra a veces aparece  inesperadamente en nuestra conducta y nos lleva por mal camino.

La sombra habita soterradamente bajo nuestra existencia interior y bajo nuestro actuar cotidiano, pero influye en nuestras acciones y en muchas de nuestras experiencias. Es lo que alimenta las pesadillas y se mueve casi desapercibida por nuestras facultades conscientes, emergiendo como neurosis o incluso como una ira inexplicable. Esta sombra se puede expresar de muchas maneras como celos, miedo y ansiedad, por nombrar algunas.

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Cómo ir al encuentro con la sombra

Para ir al encuentro de nuestra sombra, primero debemos verla, nombrarla. Por ejemplo, en el Tarot, la sombra está personificada por la carta El Diablo, una criatura maléfica con cabeza de cabra que tiene cautivos a un hombre y a una mujer desnudos. Se expresa a través de los instintos más primarios y revela nuestros miedos más profundos. Esta es una carta muy activa para muchas personas, e ilustra perfectamente el poder de la sombra. De sólo verla despierta cierto temor porque la percibimos como malvada.

El encuentro con la sombra implica estar atento a la propia conducta. Habitualmente aparece cuando criticamos a los demás, por ejemplo podemos culpar a alguien por determinada situación, pero es muy probable que eso que criticamos sea una proyección de nuestra propia sombra. En otras palabras, debemos estar atento a las críticas y tener una actitud de autocrítica positiva.

La mejor manera de trabajar nuestra sombra

Huir de la sombra no es el camino. Ignorándola o tratando de olvidarla no resultará de nada porque seguirá apareciendo en nuestras conductas.  Reconocer y asimilar los aspectos reprimidos de nuestra conciencia es la clave y el primer paso para empezar a trabajar con la sombra. Y para trabajar con ella hay que encontrarla y darle un nombre.

El simple acto de identificarla y nombrar tu sombra puede ser extremadamente beneficioso. Es aquí donde las debilidades comienzan a convertirse en fortalezas, y donde se descubren las raíces de la depresión y la ansiedad. Hay una inmensa energía creativa en estos espacios reprimidos del yo y estos instintos primarios son poderosos cuando se utilizan correctamente.

Es bueno tener una libreta de apuntes para anotar todas estas conductas sombra, los descubrimientos y darles un nombre que las identifique. También es importante ser consciente de lo que te enoja sobre el comportamiento de otras personas cuando estás trabajando con tu sombra. Puedes notar tus propias deficiencias en los demás, o sentirte atraído por algo, independientemente de si te conviene o no.

Tu sombra también puede emerger como un sueño aterrador, tomando la forma de una figura simbólica que provoca la acción o el sentimiento asociado con la transgresión de tus sombras. Cuando se produce un sueño así, es recomendable profundizar en los significados aterradores y en las emociones que lo rodean ya que pueden ayudar a arrojar luces sobre el aspecto de la sombra.

Cómo vivir con tu sombra

Para llegar a nuestro verdadero poder, debemos conocernos plenamente. Jung llamó a este proceso individuación, donde las cualidades negativas se enfrentan y aceptan con honestidad. En este viaje, el individuo debe tener cuidado de no caer en sus propias trampas, que se ha puesto a sí mismo a través de patrones de comportamiento profundamente arraigados.

Lo que importa es encontrar un punto medio entre las dos fuerzas opuestas, de la luz y la oscuridad. Cuando se está en equilibrio, los rasgos positivos y negativos encuentran armonía y emerge una personalidad sana.

Aunque nos resulte incómodo, debemos aprender a vivir con nuestra sombra. Debemos reconocerla, pero es muy importante que no tome el control de nuestros comportamientos. Cuando aparezca tu sombra, obsérvala pacientemente y con compasión. Es parte de ti escucha su sabiduría sin convertirte en ella.

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