Entidades de pensamiento, tus ideas cobran vida espiritual
Cuando una idea (positiva o negativa) se vuelve repetitiva, su huella energética crece en el mundo espiritual y termina por dar origen a lo que se conoce, en el esoterismo, como entidades de pensamiento o formas de pensamiento.
Cada pensamiento, positivo o negativo, trae consigo una carga energética que impulsa su manifestación en el mundo material, y deja una impresión de su nivel vibracional, en el plano espiritual.
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Las entidades de pensamiento se alimentan principalmente de las vibraciones energéticas de nuestros cuerpos mental, emocional y astral, pero también pueden recibir suministros desde el cuerpo físico.
Por lo general, este tipo de seres de energía psíquica y espiritual son débiles, y sin forma definida, dado que el individuo no está enfocado conscientemente en el proceso de darle vida.
Pero mientras más fuertes sean nuestras construcciones mentales y emocionales, con respecto a un tema, mayor será la presencia de las entidades de pensamiento relacionadas con el mismo.
Pensar positivo o negativo
Una entidad de pensamiento positiva puede ayudarte a conseguir tus propósitos, impulsándote a contactar con personas y hechos relacionados con las metas que te hayas trazado.
De la misma forma, una entidad de pensamiento negativo buscará perpetuarse, aliándose con parásitos espirituales y seres del bajo astral, lo que lo convierte en un atacante psíquico dispuesto a alimentarse de tu negatividad.
Cuando una entidad de pensamiento reúne suficiente energía, es capaz de separarse de su creador o anfitrión (las formas de pensamiento negativa tienen una relación parasitaria) y manifestarse.
Esto puede ser positivo, si se trata de entidades de pensamiento benéficas, pero potencialmente destructivo si son entidades de pensamiento negativas, en especial si se trata de egregor.
Entidades de pensamiento: los Egregor
Las entidades de pensamiento pueden ser individuales (cuando son generadas por una sola persona) o colectivas (cuando se originan por la sincronía de pensamiento y sentimientos entre dos o más personas).
Las entidades de pensamiento colectivas responden al nombre de egregor. Como otras formas de pensamiento, los egregor no son buenos o malos, únicamente responden a la energía de sus creadores.
Iglesias, cementerios, eventos políticos, hospitales y todos aquellos lugares donde las personas se reúnen para compartir y canalizar ideas comunes y sentimientos afines, pueden dar origen a un egregor, que se perpetuará en el tiempo, si se mantiene el suministro energético.
Si las personas comparten sentimientos de amor, compasión y alegría, el egregor responderá a ello ayudando a mantener la armonía; por el contrario, si lo que priva es la rabia, la violencia y la frustración, la entidad trabajará para mantener la negatividad presente, cueste lo que cueste.
Entidades de pensamiento: los Tulpa
El budismo tibetano, reconoce la existencia de las entidades de pensamiento y les asigna un nombre específico: Tulpa. Para los monjes tibetanos, la creación de los tulpas no debe ser un acto espontáneo, sino parte del proceso de aprendizaje.
A través de entrenamiento y una rigurosa disciplina mental, estos hombres sagrados logran proyectar la presencia de las entidades de pensamiento en el plano material, para que puedan ser percibidas por los presentes.
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