¿Sabes cómo practicar la Escritura Automática?
Gracias a su fácil acceso, la Escritura Automática es un método de comunicación ampliamente conocido.
Los especialistas esotéricos lo catalogan como una forma de obtener respuestas del Más Allá e incluso como un oráculo, mientras que en las terapias psicológicas es mencionado como un punto de contacto con el subconsciente.
En el campo literario, fue utilizado por escritores surrealistas, quienes señalaban que la Escritura Automática presentaba el funcionamiento real del pensamiento, sin la censura que imponían el razonamiento y la lógica.
Desde el punto de vista psicológico existe una noción similar, la cual sostiene que la Escritura Automática permite aflorar el subconsciente, sin ninguna coacción, y en conexión directa con la intuición (Yo Interior).
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Escritura automática, la puerta al Más Allá
El significado esotérico de la Escritura Automática vincula su ejercicio con la canalización de la energía exterior, a fin de establecer contacto con el Yo Superior (sabiduría interior), guías espirituales en otro plano, desencarnados, seres de otras dimensiones e incluso extraterrestres.
Para ello, el ejecutante debe realizar el procedimiento en un estado alterado de conciencia, como la meditación o el trance. Como su nombre lo indica, la Escritura Automática debe efectuarse sin que el practicante tenga noción de lo que escribe, hasta concluir el mensaje.
En cuanto a los materiales a utilizar para el ejercicio, debe contarse con un lugar de trabajo tranquilo, lápiz y papel. Otra pieza importante es el cuaderno cde registro, que permitirá tomar notas de los resultados de la sesión y, si lo consideras necesario, un objeto perteneciente a la persona fallecida.
Entrar en contacto
Al momento de iniciar el proceso de Escritura Automática, debemos situarnos en un área que nos permita trabajar sin interrupciones; seguidamente invocar a nuestros guías espirituales, a fin de que nos ofrezcan su protección durante la experiencia.
Tomamos papel y lápiz y escribimos la pregunta que deseamos formular. Entramos en estado de meditación, para colocar nuestra mente en blanco (una forma simple es concentrarnos en nuestra respiración y nada más).
Dejamos que la energía fluya a nuestras manos. Probablemente comencemos dibujando imágenes, que pueden o no estar relacionados con la pregunta, pero poco a poco avanzaremos en el proceso de canalización hasta alcanzar la escritura.
Al finalizar el ejercicio, agradecemos a nuestros guías por su protección y descargamos el exceso de energía presente en nuestro cuerpo, colocando manos y pies desnudos en contacto con el suelo.
Durante el proceso de Escritura Automática existe la posibilidad de que entidades negativas intenten contactarnos. Para romper el vínculo, en el momento preciso, es importante estar alertas ante las señales de su presencia: pesadez y desasosiego, frases confusas, imágenes violentas, amenazas, exigencias, manipulación, chantaje emocional, crueldad y cansancio.
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