Etapas del matrimonio: el mapa del amor que lleva al éxito sentimental
El tiempo suele ejercer tanto de enemigo como de aliado en cualquier relación sentimental. Los años van pasando y el esfuerzo de la pareja por mantener aquello que han ido construyendo es la mejor arma que tiene contra el peligro de un posible divorcio. Tras unos románticos inicios, llega una estabilidad duradera a la que sigue normalmente una crisis. Conocer las etapas del matrimonio constituye una información muy valiosa para orientarnos cómo actuar.
Porque todo el mundo busca algo real y duradero. Un objetivo loable en el que para lograr alcanzarlo debemos poner todo de nuestra parte. Existe una especie de mapa del amor que conforma las cinco etapas del matrimonio. Si lo seguimos sabremos en qué etapa estamos y las que nos quedan pendientes para consolidar nuestra relación.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
Etapas del matrimonio: las 5 fases fundamentales
1. Enamoramiento
Sin duda la mejor de todas. El corazón actúa a su aire, sin seguir en muchas ocasiones lo que le aconseja la razón. A veces nos arriesgamos y saltamos a la piscina sin saber si hay agua en ella. Pero a fin de cuentas es sentir. Y sentir es vivir. Dicen que más vale vivir intensamente aunque sólo sea un breve periodo de tiempo que toda una vida sin ninguna sensación como el enamoramiento.
Inundados de hormonas como la oxitocina, dopamina, serotonina, testosterona y el estrógeno, proyectamos nuestros sueños e ilusiones en la figura de nuestro o nuestra amante. En esta etapa del matrimonio pensamos que este amor tan intenso durará siempre.
2. La pareja construye una vida en común
Con el tiempo la relación se estabiliza y la pasión de los primeros momentos poco a poco va a desapareciendo. A veces incluso se echa de menos esa primera época. Sin embargo, en la segunda etapa el amor se consolida, sobre todo cuando llegan los hijos y comienza su crianza.
En el caso de no tener hijos, la relación se desarrolla igual, aprendiendo lo que le gusta a cada uno y reduciendo más la vida individual para potenciar la vida en común. Sin embargo, al final de esta etapa del matrimonio comienzan a surgir dudas y llegamos a preguntarnos si deberíamos seguir juntos. Es el preludio de la crisis.
3. Desilusión
Supone un punto de inflexión en el que numerosos matrimonios se rompen. Las cosas ya no son como antes. Muchas parejas piensan que es el final y dejan de luchar por algo que aún tiene solución. Curiosamente, pese a lo desagradable de la situación, constituye también la llegada del amor verdadero.
Aunque resulte una contradicción, es durante este momento tan malo de la relación cuando se demuestra si la pareja se quiere de verdad. Si está dispuesta a luchar por algo en lo que cree. Requiere coraje y sacrificio, pero la recompensa final merece la pena.
4. Creando el amor real y duradero
El matrimonio ha tocado fondo. Tras pasar por situaciones muy desagradables, tensión constante y muchas lágrimas, no se ha roto. Tan solo queda resurgir de las profundidades. Y conforme se asciende el corazón se airea, saneando así los sentimientos y quedándose únicamente con los que merecen la pena.
La sensación de la pareja en esta etapa del matrimonio será la de descubrir con sorpresa un amor real y duradero. Los miembros de la pareja han conseguido aceptarse uno al otro, con sus defectos y virtudes. Se enamoran de nuevo, pero de una manera más madura y a veces más intensa que la de la primera vez.
5. El amor en común puede con todo
El matrimonio está totalmente asentado. Las dificultades pasadas reforzaron los lazos y crearon una unidad muy poderosa. El amor lo puede todo. Los problemas futuros serán más llevaderos ahora que saben que se tienen el uno al otro sin fisuras. El entorno ideal para criar a unos hijos que los tendrán siempre de referencia.