Flores de Bach, Aceites Esenciales para una Feminidad Consciente
Las Flores de Bach y los aceites esenciales son dos herramientas naturales y afines a nuestra naturaleza femenina, que nos acompañan a recuperar el bienestar holístico. Aunque son dos terapias muy diferentes, ambas suponen una gran ayuda para calmar los dolores físicos y emocionales en nuestro día a día.
Las Flores de Bach contienen energía y actúan en aquellas emociones que necesitamos equilibrar, ya bien sean miedos, desesperanza, preocupaciones, tristeza, enfados…y que causan insomnio, estrés, desbordamiento y toda clase de malestares para poder seguir adelante. Comenzar un proceso de terapia floral, supone dejarse acompañar para llegar a esos lugares en los que es necesario poner luz, sin postergar, atravesando la oscuridad, para sacar a la superficie lo que nos limita, frena y no nos deja vivir en armonía, en plenitud, ni ser libres.
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Beneficios de las Flores de Bach
Si bien el sistema floral de Bach fue descubierto alrededor de 1930, por Edward Bach en Inglaterra, es una terapia que puede ser muy relevante en nuestros días, ya que nos encontramos ante un momento de vorágine y sacudidas a nivel mundial que, de una u otra manera, nos han desestabilizado y causado muchos problemas de adaptación a la realidad presente; tanto para aquellas mujeres a quienes esta situación les ha golpeado de lleno y no encuentran mucho sentido a sus vidas, como para quienes han despertado a una nueva realidad y paradigma, en el que se hace necesario vivir alineadas con quienes realmente somos y llevar a cabo el propósito de vida individual.
Para nosotras, como mujeres, las Flores de Bach nos abren una puerta interior a nuestro conocimiento, crecimiento personal y espiritual y a nuestro femenino sagrado. La toma de consciencia a través de la terapia floral puede ayudar a que las mujeres reconozcamos nuestro poder interior, nos conozcamos mejor, aprendamos a poner límites sanos sin sentirnos culpables y darnos un impulso para crear la realidad que queremos vivir, por medio de los proyectos vitales personales o de la creación de proyectos conscientes en femenino. Sea cual sea el rol que cada una decida escoger en su vida.
En cuanto a los aceites esenciales, en estos últimos tiempos parece que se han puesto de moda. Son el alma de las plantas y se vienen utilizando ya desde el Antiguo Egipto y lo cierto es que son un regalo que nos ofrece la naturaleza amable y amorosamente, desde siempre. Cuando les das la oportunidad de colarse en tu vida, lo hacen por largo tiempo. ¿Por qué? Porque estas quintaesencias de la madre Tierra nos envuelven y enamoran con sus aromas puros, sensuales, intensos, dulces, etc.…capaces de transportarnos a momentos, lugares y personas de nuestras vidas. Los aromas perduran y se anclan en nuestro subconsciente de manera infinita. Al abrir un frasco de aceite esencial puro, natural e íntegro e inhalar, se inundan todos tus sentidos ya no sólo de aromas, sino de recuerdos, momentos y experiencias.
Por eso a través de los aceites esenciales podemos trabajar partes de nosotras mismas que creíamos olvidadas y sanadas. A veces sólo han estado dormidas y con el olor de tan sólo unas moléculas volvemos a sentir amor, dolor, ilusión…que despiertan nuevamente nuestros recuerdos.
Los aceites esenciales no sólo nos brindan ese apoyo emocional para tratar situaciones pasadas y aparentemente olvidadas, sino que en nuestro día a día nos resultan muy prácticos para transitar nuestros sentires y emociones cambiantes en las distintas fases de nuestro ciclo.
Cuanto más conectadas nos sentimos con nuestra esencia, más motivadas estamos para darnos nuestros momentos a lo largo del día y escucharnos. Nos cuidamos más, paramos cuando es necesario, organizamos nuestras tareas según nuestro nivel de energía y marcamos límites. En las fases de nuestro ciclo en las que somos más vulnerables y sensibles, es importante que sepamos que no disponemos de las mismas ganas ni energía para hacer lo que en otros días nos resulta fácil. En estos momentos es fascinante abrir nuestros frascos de aceites esenciales con calma, oler y dejarnos llevar. Los podemos utilizar en nuestra piel, diluidos en un aceite vegetal y masajear la zona sobrecargada, ponernos unas gotas en las manos, acercarlos a la nariz, cerrar los ojos y no pensar en nada más…
La versatilidad de los aceites esenciales hace que podamos utilizarlos de distintas maneras, según el uso que queramos darle y el momento en el que estemos. Son luz contenida en pequeños frasquitos que iluminan nuestro camino, para recordarnos que nosotras somos nuestra prioridad. Un regalo natural para nuestro bienestar femenino, en realidad, a todo nivel.
Ambas terapias, la floral del sistema de Bach y la aromaterapia, se combinan perfectamente tanto para ayudarnos a recuperar el aliento y el bienestar en situaciones cotidianas, como para trabajar los patrones emocionales y mentales arraigados en nuestro subconsciente.
Atreverse a realizar un camino de autoconocimiento personal puede resultar doloroso, si bien la recompensa tras este proceso, que es el amor propio y la libertad de ser una misma, no tiene precio. Elegir terapias naturales y afines a la naturaleza femenina como éstas, es siempre un paso decisivo para lograr el bienestar femenino y despertar nuestro poder interior.
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