Fuerza divina del Rayo Azul, llama de San Miguel Arcángel
En el estudio de la Metafísica, la manifestación de los poderes divinos es representada a través de llamas (o rayos), siendo el primero de ellos el Rayo Azul, símbolo de fuerza, coraje y fe.
El Rayo Azul es asociado con la voluntad, la confianza, la determinación, el valor, el equilibrio, la paz, la responsabilidad, la justicia, la perseverancia, la autoridad, la felicidad, y la capacidad de proteger.
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La relación del Rayo Azul con el concepto de fe, hace referencia a la confianza en la voluntad divina como fuente de amor, y no como un principio de condena, castigo y sufrimiento.
La invocación al Rayo Azul es un instrumento metafísico para mantener y desarrollar la fe, en cualquier circunstancia, especialmente en momentos de adversidad o cuando se precisa una mayor comprensión del entorno.
Asimismo, el Rayo Azul está indicado para solicitar la protección divina contra el mal y otros peligros; obtener el valor necesario para actuar ante los retos u obstáculos; y defender ideas y creencias propias.
También puede emplearse el Rayo Azul en los momentos que requieres tomar una decisión justa; cortar con pensamientos y emociones negativas; o te sientes inseguro de asumir el liderazgo de una situación.
Trabajar con el Rayo Azul promueve la fe en la Divinidad y renueva la confianza que el individuo tiene en sí mismo y sus decisiones, estimulándolo a dejar las dudas y actuar con asertividad y convicción.
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Los Protectores del Rayo Azul
Todas las Llamas o Rayos, estudiados en la Metafísica, cuentan con la presencia de guías, maestros ascendidos y entidades angélicas que acompañan la manifestación del Poder Divino.
En el caso específico del Rayo Azul, los practicantes de Metafísica señalan como director del rayo (o llama) al Maestro Ascendido Sirio, quien es asistidos por los elohim Hércules y Amazona, los arcángeles Miguel y Fe, y los ángeles del rayo.
Es indiscutible, la devoción que rodea la figura del Arcángel Miguel, como figura individual y representante del Rayo Azul, sobre todo en los casos que se solicita protección y coraje para actuar.
A continuación una sencilla invocación a San Miguel Arcángel y el Rayo Azul, publicada previamente por WeMystic:
“Invitamos a nuestra vida la presencia del Arcángel Miguel y su Rayo Azul de Fuerza Divina. Que nos brinde su protección contra el mal y nos ayude a controlar la ira. Que nos impulse a encontrar la paz, la fe y la confianza en nuestras capacidades. Agradecemos su presencia protectora en el mundo. Amén.”
¿Cómo usar el Rayo Azul?
Puedes invocar el poder del Rayo Azul en tu vida, en cualquier momento de necesidad o percance; sin embargo, el mayor nivel vibracional de energía para esta manifestación se produce los domingos.
El primero de los siete rayos de la Metafísica es ideal para transmutar en sentimientos positivos aquellas energías negativas, asociadas al orgullo, arrogancia, terquedad, rabia, miedo, soledad, falta de fe, vicios, y fanatismo.
Existen distintas formas de convocar la presencia del Rayo Azul (dependiendo de la escuela metafísica que sigas), siendo las más conocidas aquellas que se orientan hacia la visualización y las afirmaciones.
En el caso de las visualizaciones, la más popular consiste en recrear mentalmente un manto o bruma color azul que nos cubra o rodee aquello a lo que se quiere dar protección. El color azul a visualizar es brillante, no opaco.
Generalmente, este tipo de visualizaciones son acompañadas de afirmaciones o llamados a San Miguel Arcángel y los ángeles del Rayo Azul, en especial si se trata de solicitudes de protección. Son comunes las referencias al muro azul, la armadura azul, y la espada de San Miguel Arcángel.