Guía espiritual, conoce la luz que nos marca el camino
En el tortuoso camino por este valle de lágrimas que llamamos vida hay determinados seres que nos ayudan a cumplir nuestro destino. Están presentes en el día a día, aunque en muchas ocasiones no nos percatamos. El guía espiritual de cada ser humano es una entidad superior encargada de iluminar la senda que nos lleva a crecer espiritualmente.
En la religión cristiana el guía espiritual es conocido como ángel de la guarda. La entidad que nos protege de los posibles males que nos acechan. Parte de su misión es hacernos recordar lo aprendido en las diferentes reencarnaciones realizadas. El paso del tiempo hace que olvidemos fácilmente lo asimilado en anteriores vidas, siendo los guías espirituales quienes nos permiten acceder a todo aquella valiosa información que el subconsciente tiene acumulada.
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Aparición del guía espiritual en nuestra vida
Su forma de mostrarse puede ser variada. La más habitual es como una voz interior que nace de lo más profundo de nuestro ser. A veces la ignoramos pues desconocemos su origen y nos inquieta. Sin embargo, debemos escuchar con calma y atención para poder seguir las instrucciones que nos marca. Otra manera común que tienen de mostrarse los guías espirituales es a través de los sueños. La interpretación de los mismos nos ayudará a desvelar el fundamental mensaje que nos envían estas entidades superiores.
El guía espiritual no es un ángel
Se trata de una confusión bastante común. Aunque ambos son seres espirituales y comparten la esencia del creador, los guías espirituales tuvieron durante un periodo de tiempo cuerpo humano. Los ángeles en cambio nunca fueron personas encarnadas.
Peculiaridades de un guía espiritual
La vida terrenal y la espiritual están separadas por una especie de velo invisible. Los únicos que pueden atravesarlo con facilidad son los guías espirituales para ayudar a los seres humanos a encontrar su destino. Estos seres de luz, una vez que han abandonado su cuerpo físico acceden al mundo espiritual, siendo capaces a su vez de volver a su antiguo mundo para ayudar a los mortales.
Están vinculados espiritualmente con las personas a las que prestan su ayuda. Es decir, forman parte de la misma familia espiritual de la persona protegida. No obstante, no siempre se trata de familiares fallecidos conocidos por las personas. Tras el óbito el alma aún necesita pasar por un largo proceso de sanación y aprendizaje antes de volver al mundo material para ayudar a los seres humanos.
Ayuda y comunicación con nuestro guía espiritual
Su misión es lograr que adquiramos una perspectiva más amplia de lo que es la vida, favoreciendo así que nuestra alma evolucione. De esta manera reduciremos esa ansiedad vital que preocupa tanto a los seres humanos.
La meditación resulta muy adecuada para descubrir las enseñanzas que hemos recibido en los momentos más importantes de nuestra vida. En su momento igual pasaron desapercibidas pero un análisis posterior puede rescatarlas del olvido.
Reflexionar y hacernos preguntas antes de dormir sirve para que obtengamos respuestas a través de los sueños. Los guías espirituales aparecerán en ellos para ayudarnos. El mantener canales de comunicación siempre abiertos favorece el auxilio inmediato por parte de estas entidades superiores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las decisiones corren de nuestra cuenta. Es decir, el guía espiritual nos orienta, pero somos nosotros quienes tenemos la última palabra. La opción por la que optemos deberá ser siempre pensando en mejorar el mundo que nos rodea.
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