Hariel: el Ángel de la esperanza y de la renovación
Las cualidades asociadas al Ángel Hariel son la esperanza y la renovación. Gozan de gran espiritualidad y riqueza interior que les permite enfrentar con fe cualquiera de las adversidades que amenazan al espíritu.
Gracias a la intervención de Hariel, es posible conseguir el camino hacia a Dios. Hariel es capaz de guiar las ovejas del rebaño como el buen pastor lo hace.
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Se crecen ante las adversidades y cuentan con el ímpetu necesario para hacer que las cosas cambien no importa cuán difíciles sean.
Hariel forma parte de los querubines. Su influencia actúa principalmente los días 20 de enero, 03 de abril, 15 de junio, 27 de agosto y 08 de noviembre. Especialmente, el horario de mayor influencia es entre 4:40 y 5:00.
Todos los integrantes de la familia se sienten siempre atraídos por el amor y la bondad que emana de los hijos de Hariel.
- Planeta: Marte
- Color: Rojo y naranja
- Metal: Hierro.
Cuándo invocar a Hariel
A este querubín se le invoca también para solicitar también y creatividad. También es protector de las artes. Hariel es procurado para reforzar el espíritu porque se necesita sentir a Dios en las vidas, con su presencia sanadora.
Hariel dota a sus protegidos de toda la fuerza necesaria para enfrentarse al mal en todas sus versiones. Su gran religiosidad, atrae a seres de iguales características. No admite las impurezas ni las malas costumbres.
- Concede también a sus protegidos
- Pérdida de malos hábitos
- Buena suerte en el trabajo y en el campo profesional en general
- Protección de las malas creencias
Aquellos que desestiman el apoyo de Hariel, pueden llegar a caer en problemas religiosos o incluso llegar a formar sectas religiosas muy peligrosas.
Son personas poseedoras de un gran sentido del humor, dando el ejemplo en cuanto a un estilo de vida feliz, sin grandes pretensiones.
Oración a Hariel
El Salmo para invocar a Hariel debe ser precedido por una oración.
Límpiame, Señor, mi cuerpo de Deseos, a fin de que mi boca sólo exprese palabras gratas; dame, HARIEL, fuerza y valor para enfrentarme con mi destino, cambiando en bien el mal que hice.
Pon Luz en mi mente, Señor HARIEL, para que, a través de mi verbo, puedan reconciliarse esos eternos enemigos que son el corazón y la cabeza.
Que mi verdad, Señor, sea siempre Tu Verdad; que mis convicciones no se aparten de la Ley cósmica; que mi arte exprese de algún modo tu celeste armonía; que mi técnica y mi trabajo humano sirvan para hacer más evidente y diáfana tu obra.
Haz de mi, señor HARIEL, una puerta abierta para que ateos e impíos puedan descubrirte y amarte.
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