Hechizo para congelar a una persona malvada
Seguro que has soñado alguna vez con congelar el tiempo y que todo se detenga menos tú. Una manera de contemplar la vida sin que los demás se percaten. Aunque se trata tan sólo de una ilusión, sí es posible en cambio realizar un hechizo para congelar a una persona que nos hace daño.
Obviamente, no hablo de una congelación física que convierta a nuestro enemigo en una figura de hielo de mirada perdida. Me refiero a neutralizar o apaciguar el daño que esa persona nos provoca constantemente. Y es que alguna vez en nuestra vida, o varias, nos cruzamos con gente que disfruta haciéndonos daño. Ya sea por su envida hacia nosotros o porque simplemente les caemos mal.
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Con la ayuda de este hechizo para congelar a una persona conseguiremos eliminar el perjuicio emocional que sufrimos. Además, al tratarse de un ritual en el que defendemos nuestro bienestar personal estamos utilizando magia blanca, la cual es segura y beneficiosa.
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Hechizo para congelar a una persona
Para realizar el ritual necesitaremos las siguientes cosas:
- Dos papeles blancos.
- Un bolígrafo de tinta negra.
- Un bolígrafo de tinta azul.
- Un vaso.
- Agua.
- Romero.
Empezamos el hechizo para congelar a una persona escribiendo con el bolígrafo de tinta negra en uno de los papeles en blanco. En él pondremos el nombre, apellidos y fecha de nacimiento de la persona que nos perjudica. Se pueden añadir más datos si queremos.
En el otro papel escribiremos con el bolígrafo de tinta roja los motivos por los que deseamos que tal o cual persona desaparezca de nuestra vida. Acto seguido doblamos los dos papeles y los introducimos en un vaso en cuyo interior hay romero.
Llenamos el vaso con agua y lo metemos en el congelador. Si queremos que el hechizo tenga más fuerza podemos introducir en el vaso también la foto de nuestro enemigo/a. Mientras introducimos el vaso en el congelador debemos decir: Desde este instante la fuerza negativa que desprendes hacia mí queda congelada. Ni a mí ni a nadie que aprecie volverá a afectarle tu nefasto poder.
Una vez en el congelador no sacaremos el vaso hasta que comprobemos que la persona a la que dirigimos el hechizo ya no nos hace daño. Habrá llegado entonces el momento de relajarnos y descansar.
El hechizo para congelar a una persona que siempre busca nuestro mal es un ritual de magia blanca que consigue neutralizar su energía negativa.
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