Hipoterapia y los beneficios de andar a caballo
La hipoterapia es una técnica terapéutica que consiste en la utilización de un caballo, por un fisioterapeuta y un equipo, para el tratamiento y rehabilitación de niños, adolescentes y adultos a nivel neuromuscular, psicológico, cognitivo y social.
Se puede también incluir la cabalgata en áreas libres, denominada equitación terapéutica, en la que los pacientes son más independientes y dominan bien la técnica de montar en ambientes naturales, lo que propicia la exploración de áreas desconocidas o salvajes con gran sensación de aventura.
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Historia de la hipoterapia
La utilización del caballo en el área de salud es tan antigua como la propia historia de la medicina. Hipócrates (458-377 a. C.) se refiere a la equitación como factor regenerador de la salud en su compendio “De la Dieta”.
En la Edad Media, los árabes presentan innumerables referencias a las contribuciones del desarrollo de la ciencia en un cuadro de cultura ecuestre. En 1569, Hyeronimus Mercurialis en Artis gymnasticae mencionaba que la equitación ejercita no sólo el cuerpo, sino también los sentidos.
El médico Thomas Sydenham utilizaba sus caballos con pacientes sin recursos en 1676. En 1734, Charles Castel, médico y abad de Saint Pierre, creó la silla temblorosa que reproducía movimientos similares a los del caballo. El Hospital Ortopédico de Owenstry, en Inglaterra, hace la primera utilización de la hipoterapia en contexto hospitalario en 1901.
En el ámbito deportivo, Liz Hartel, campeona dinamarquesa de equitación contrajo poliomielitis, pero continuó montando a caballo con el fin de entrenar, y también como terapia. Gracias a la terapia y el entrenamiento logró medalla de plata en las olimpiadas de 1952 y de de 1956.
Hoy en día, hay muchos centros médicos, universidades y trabajos sobre esta terapia.
Beneficios de la hipoterapia
Es muy utilizada en niños y adolescente con autismo o síndrome de Down. Los especialistas señalan que, la relación que se establece entre los pacientes y el animal, favorece el aprendizaje. Esto ocurre por la atención, concentración, disciplina y responsabilidad que son necesarias para cuidar y manejar un gran animal, a pesar de las limitaciones intelectuales, psicológicas y físicas que puedan tener las personas.
El acto de cabalgar estimula y es un desafío que aumenta la autoconfianza, el autocontrol y la autoestima. Favorece la socialización debido al contacto con el caballo y con el equipo que lo acompaña.
Dentro de los objetivos que tienen la hipoterapia se pueden mencionar la movilización de las articulaciones, de los muslos femorales, de la pelvis y de la columna vertebral; la normalización del tono muscular; y el desarrollo del control postural de la cabeza y del tronco.
Trata, además, problemas de contracciones de la columna vertebral, escoliosis, procesos artríticos en fase aguda, epilepsia, úlceras de decúbito en la región pélvica o en los miembros inferiores, luxaciones de hombro o de cadera. A nivel psicológico, ayuda a tratamientos de pacientes con comportamiento autodestructivo o con crisis de pánico.
El ambiente es natural, estimula las emociones y la sensación de aventura y de exploración. Incluso en un área cerrada, la hipoterapia traerá beneficios psicológicos con el aumento de la autoconfianza, del autocontrol y de la autoestima, resultando una terapia muy placentera.
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