Karma familiar. Qué es y cómo influye en tu vida

La palabra Karma proviene del sánscrito कर्म, y significa «acción». Se utiliza en diversas corrientes filosóficas y espirituales, como el budismo, el hinduismo y el espiritismo. Hoy vamos a entender como el karma familiar puede influir a un individuo y viceversa.

Qué es el karma familiar

El karma familiar se define en algunas corrientes de pensamiento como el karma que heredamos de nuestros padres, que se transmite a través de nuestros genes, es la energía sutil que se transmite subconscientemente de generación en generación.

Se dice que hay personas que heredan gran parte del karma de sus padres tanto de las vivencias positivas como negativas. Esto se explica debido a que todo es energía y nuestra conciencia existe más allá del plano físico y nuestra comprensión del tiempo.

El karma familiar puede influir y alterar la forma en que una persona interactúa con su familia, sin darse cuenta. Por ejemplo, muchas personas son incapaces de relacionarse armoniosamente con sus padres, debido a karmas pesados relacionados a vidas anteriores de los padres o propias.

Muchas veces cuando no tenemos una buena relación con nuestros padres, es probable que hayamos heredemos el karma familiar de ellos. Esto tiene un propósito: ayudar a resolver estos problemas para ir avanzando en el desarrollo y reencarnarse cada vez en ambientes más armónicos.

Cómo saber si cargo el karma familiar

Bueno, todos tenemos un poco de karma familiar. Esto no significa que el karma sea malo. A menudo, el karma de nuestra familia es tan positivo que las acciones en nuestras vidas futuras nos hacen evolucionar mucho más rápido como seres de luz.

Sin embargo, cuando tienes un karma más pesado de familias pasadas, algunos síntomas comunes son los siguientes:

1. Te sientes mucho más sensible con tu familia actual e incluso puedes sentir patrones en tus antepasados ​​que se repiten en tus padres y ahora en ti.
2. En las discusiones o eventos extraños dentro de la familia, te involucran en la mayoría de los casos, porque la energía familiar y su karma están en constante conexión contigo.
3. Te sientes pesado y con muchas responsabilidades. Esto es normal, ya que tu subconsciente necesita del karma familiar para que evoluciones y te consolides, ya sea para revivirlo en vidas posteriores o para despedirte de dicho karma.
4. Te sientes diferente. Muchas personas dicen que se creen adoptados, se sienten diferentes  a sus familiares. Esto puede ser por la diferencia de maduración espiritual con tu familia. A veces necesitas aprender a desconectarte de tu antigua familia y llevar a cabo tu misión actual.

Cómo deshacerse del karma familiar

Los traumas de vidas pasadas pasan de generación en generación y llegan a tus padres y luego a ti. Es decir, tu relación con ellos nunca será del todo perfecta.

Para alejarse de este karma familiar, es necesario reflexionar sobre las razones, un regreso al pasado y una explicación de las cosas que sucedieron. Comprender y reconciliar.

Cuando te veas dueño de ti mismo y con el control de tu vida en tus manos, te darás cuenta de que no debes estar ocupándote de los problemas no resueltos de tu familia, sino del desarrollo de tu mente y tu espíritu, como un ser que pronto evolucionará a un estado de bondad y amor.

Distintas visiones del karma

En términos generales, las diversas corrientes que creen en la reencarnación afirman que elegimos encarnar en un cuerpo y también a la familia a la que pertenecemos. Las personas que forman parte de nuestra familia pueden haber tenido alguna ligazón afectiva en otra vida.

Según el hinduismo, el karma es el resultado de nuestras acciones durante nuestra vida terrenal. Cuando morimos, comienza a desarrollarse dentro de nosotros, dentro de nuestra alma. A medida que pasa el tiempo, comienza a mostrarse y pasa a las siguientes reencarnaciones.

En el budismo, la acción del karma se ve como nuestras intenciones, es decir, como lo que nos motiva a actuar, sea bueno o malo. Tienen consecuencias y, como intención, también es responsable de nuestra voluntad, nuestro vínculo vital, nuestro deseo de mantenernos con vida.

En el espiritismo, a pesar de que Allan Kardec, uno de sus más importantes representantes, nunca utilizó este término, podemos correlacionarlo con la llamada “causa y efecto”, muy discutida por las doctrinas espiritistas.

Según esta idea, cuando reencarnamos, automáticamente nos llevamos el karma. Estas son las consecuencias y necesidades de nuestras acciones, relacionadas con la vida anterior.

Si hemos tenido una vida de muchos problemas y desacuerdos, la tendencia será reencarnar en una familia con los mismos problemas, para que podamos sanar y, en un futuro, alcanzar el plano espiritual completo.

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