Koriki: el símbolo de la felicidad en Reiki

Koriki, traducido como la “fuerza de la felicidad”, es un símbolo utilizado por los practicantes del denominada Reiki Tradicional Japonés, principalmente para tratar personas aquejadas de depresión o estrés.

Como elemento terapéutico, el koriki está conformado por dos kanjis (caracteres usados en la escritura del japonés) colocados uno encima del otro, en línea vertical.

El kanji ubicado en la parte superior del koriki, es traducido como “felicidad” o “buena fortuna”; mientras que el carácter situado en el renglón inferior, estaría asociado a los conceptos de “fuerza” y “poder”.

Para los seguidores del Reiki Tradicional Japonés, el koriki fue canalizado por el maestro nipón Fuminori Aoki, y es recibido por los practicantes durante la iniciación del primer nivel.

A pesar de su relación directa con el Reiki Japonés, el koriki no está restringido a los discípulos de esta rama, y alumnos de otras escuelas han comenzado a emplearlo, junto con los 5 símbolos tradicionales (Cho Ku Rei, Raku, Sei He Ki, Dai Koo Myo, y Hon Sha Ze Sho Nen).

Cabe destacar que, de acuerdo con la enseñanza extendida del Reiki, los símbolos solo pueden ser activados por un iniciado, de lo contrario no surtirán el efecto terapéutico deseado.

¿Cómo es utilizado el koriki?

Los maestros y practicantes de Reiki emplean el koriki cuando desean transmitir armonía o felicidad a un paciente, que atraviesa estados de depresión, tristeza, estrés o agotamiento.

En el proceso de activación, el oficiante repite tres veces el nombre del símbolo (koriki, koriki, koriki), mientras que con las manos traza los respectivos kanjis sobre el individuo, objeto o ser sintiente.

El maestro Reiki puede diseñar el símbolo sobre sus manos para recibir protección, en el aire (tocando el aura del paciente) o en una zona determinada del cuerpo físico, (se recomienda el cuarto chakra/ Anahata/ centro cardíaco).

Otra forma de utilizarlo, consiste en realizar un dibujo del mismo (en un lienzo o papel) y colocarlo en la estancia, que se desea reciba los influjos positivos de felicidad y armonía.

Este símbolo también puede ser invocado para energizar bebidas, alimentos o cristales; limpiar (energéticamente) un espacio; o para iniciar y cerrar una sesión de terapéutica (sanación).

Algunos maestros del Reiki aseguran que el uso de este signo, beneficia tanto al paciente como al ejecutante; ya que permite conectar con el derecho a la felicidad (inherente a todos los seres), y la motivación para trabajar en el desarrollo personal, más allá de lo que implican los caprichos del ego (no es solo “yo como individuo”, sino “como puedo ayudar a otros”).

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