Los 10 ladrones de energía según el Dalai Lama
Es importante identificar los 10 ladrones de energía según el Dalai Lama que harán que perdamos nuestro equilibrio y tan solo nos centremos en situaciones supérfluas que nada tienen que ver con la felicidad. La vida requiere de ser vivida con las menores cargas posibles, de esta forma estaremos más libres para poder apreciar lo esencial y lo que realmente vale la pena.
10 ladrones de energía según el Dalai Lama
1. Personas tóxicas
Aquellas individuos que se la pasan todo el día quejándose y hablando mal de los demás o que solo tienen en su boca palabras pesimistas, forman parte de la tipología de «tóxicos» que debemos mantener alejados porque forman parte de los ladrones de energía. Todos estos lamentos acaban por ser depositados en la cabeza de los otros y solo traerán como consecuencia mucho agotamiento.
¡Suscríbete a nuestra newsletter!
¿Te encanta la astrología? ¡Recibe contenido exclusivo!
2. No deben dinero y cobrar las cuentas
No parece fácil en el mundo de hoy pero, sin duda, el no tener las cuentas claras es uno de los mayores ladrones de energía. Esa máxima implica el no tener deudas con los demás y no dejar que los otros tengan deudas pendientes con nosotros; si es imposible que paguen, lo mejor es dejarlas ir.
3. No cumplir la palabra dada
El tener palabra y honrarla ha sido desde siempre una cualidad muy procurada en el campo de las relaciones interpersonales. De acuerdo con la filosofía del Dalai Lama, si no se está seguro de que será capaz de cumplir una promesa, lo mejor es no hacerla. Si bien es cierto que todos tenemos derecho a cambiar de opinión, también es verdad que es posible ofrecer una opción o alternativa que permita recompensar la acción.
4. Un peso demasiado grande sobre los hombros
En ocasiones realizamos muchas cosas por obligación que nada tienen que ver con los intereses. Parte del equilibrio que necesitamos para vivir proviene de la realización de cosas para las cuales estamos en buena disposición o que simplemente nos gustan. Aunque muchas de las actividades que hacemos forman parte de los deberes y no siempre se puede evitarlas, no es menos cierto que es posible optar por acciones y tareas que despierten nuestras pasiones. El dedicar tiempo a lo que realmente nos gusta, acabará por hacernos más felices.
5. Descarsar y actuar cuando sea necesario
El saber diferenciar cuándo es necesario descansar y cuándo es momento de actuar, permitirá obtener las fuerzas necesarias para seguir adelante. En ocasiones estamos exhaustos y no tomar un tiempo para parar o, por el contrario, no tomar las oportunidades cuando se presentan, también forma parte de los ladrones de energía.
6. No cuidar la salud
Alimentarse bien, hacer deporte, descansar, compartir con aquellos que nos agradan, son algunas de las medidas que debemos tomar para cuidar la salud. De nada sirve tener mucho dinero y ser exitoso si nuestro cuerpo no está bien.
7. Lugares desordenados
Si a nuestro alrededor las cosas están desordenadas, difícilmente será posible estar equilibrados. Algunas de las cosas que están desorganizadas puede que ya no sean necesarias y pertenezcan al pasado y, en consecuencia, será necesario eliminar para poder ver hacia el futuro.
8. Evitar situaciones complejas
Si no enfrentamos las situaciones complejas y solo las evitamos, tan solo estaremos alimentando nuestro estrés y poniendo en riesgo nuestra estabilidad. Si se trata de una persona tóxica que nos hace daño, no podemos dejar de tomar las acciones necesarias para apartarla tan solo por no querer caer en polémica.
9. No aceptar
Otro enemigo de la estabilidad emocional es no aceptar las cosas ya que esto tan solo nos llevará a un aparente equilibrio. No deben existir fantasmas del pasado que con el tiempo acabarán por convertirse en las peores pesadillas.
10. No perdonar
El mantener rencores y no perdonar impedirá que sea posible seguir adelante. Si tenemos buenas dosis de amor en nuestras vidas, abundará el perdón. El mantener el corazón envenenado solo ocasionará que poco a poco el lado positivo disminuya y nos tornemos personas grises e insensibles.