Las piedras preciosas más malditas del mundo: conoce su historia

El zafiro púrpura de Delhi

En realidad no es un zafiro sino una amatista, pero ha pasado a la mitología popular con este nombre. Se trata de una joya descubierta por Peter Tandy, conservador en el Museo de Historia Natural de Londres. Ocurrió hace treinta años y según parece la piedra preciosa estaba sellada dentro de otras cajas y mostraba una escalofriante advertencia:

Tres veces maldita y teñida con la sangre y el deshonor de aquellos que la han poseído. Quien quiera abrirla primero debe leer este aviso y posteriormente hacer lo que considere oportuno con la joya. Mi recomendación para él o ella es que la tire al mar.

Se cree que esta piedra preciosa maldita perteneció al tesoro saqueado del Templo de Indra ocurrido durante la rebelión en la India de 1857. El Coronel W. Ferris la llevó a Inglaterra, donde empezaría su leyenda. Al poco tiempo se arruinó, al igual que su hijo, el cual había heredado la joya. Posteriormente la compró un íntimo amigo de Oscar Wilde, el escritor Edward Heron-Allen. Tan mala suerte le trajo que se la quitó de en medio regalándosela a unos amigos.

Las malas vibraciones continuaron y fue pasando de mano en mano durante un tiempo y terminó de nuevo en sus manos pues nadie la quería. Consciente de la negatividad que irradiaba la joya la tiró a un río. Sin embargo, unos meses más tarde, un conocido suyo que la había encontrado se la devolvió.

Fue entonces cuando la gravó con signos protectores y la ocultó dentro de siete cajas selladas y con la advertencia anteriormente citada. El banquero de la familia recibió instrucciones de mantenerla sellada hasta la muerte de Heron-Allen. Tras ser donada, la piedra fue exhibida en público en 2007 en un programa de televisión del canal History Channel. Por cierto que nadie quiso tocarla tampoco entonces…

El Diamante Hope

Sin duda una de las piedras preciosas más malditas del mundo con mayor popularidad. Sus cuarenta y seis kilates y nueve gramos de diamante se encuentran en el Simthsonian Institute de Washington D.C. Dicho diamante está teñido de azul marino a causa de la impurezas del boro. Al situarse debajo de una luz ultravioleta irradia una misteriosa fosforescencia rojiza espectacular. Es el diamante más grande hasta la fecha, aunque lo cierto es que es un fragmento de un diamante aún mayor.

La leyenda cuenta que fue extraído de la mítica mina Kollur. Su talla supuestamente es obra del dios hindú del Sol y fue colocado en una estatua ceremonial de la diosa Sita. Tras ser robada, la joya estuvo de un lado para otro causando desgracias y muertes estremecedoras. Entre sus poseedores estuvieron María Antonieta y Luis XVI (guillotina), Jacques Colet (suicidio), Princesa de Lamballe (asesinada por la turba)… Quizá su maldición aún continúa intacta…

Las piedras preciosas más malditas del mundo – Anillo del Destino

El actor y famoso galán hollywoodiense Rodolfo Valentino fue su más conocido poseedor. Lo adquirió en 1920 en una joyería de San Francisco. Esta piedra preciosa maldita estaba formada por un anillo de plata con un ojo de tigre encastrado. Pese a que al comprarla fue avisado de la mala fortuna de su anterior propietario, Valentino ignoró las supersticiones.

Al día siguiente lo llevó en el rodaje de La joven Rajá, película que supuso el mayor fracaso de su carrera. Seis años después murió a causa de una peritonitis, tras encadenar más fracasos de taquilla. El Anillo del Destino pasó a su novia, Pola Negri, quien tras enfermar de gravedad se retiró del cine. El siguiente propietario fue Russ Colombo, que interpretó a Valentino en su biopic y dejó este mundo gracias a una bala perdida durante una partida de caza.

El anillo siguió pasando de mano hasta terminar en la cámara de seguridad de un banco de Los Ángeles, el cual sufrió atracos, incendios y hasta una huelga de cajeros. A partir de la década de los sesenta se pierde la pista del Anillo del Destino. Cualquier día aparece a lo mejor de nuevo en alguna subasta de piedras preciosas…