Cuidado ¿aplicas la Ley de Atracción?
Si partimos del conocimiento de que todos los seres son energia pura y están relacionados, podemos entender el postulado principal de la Ley de Atracción.
Ella nos recuerda que la energía viva en nosotros, también forma parte de lo que deseamos y por lo tanto podemos atraerlo a nuestra vida.
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El mundo material y el espiritual son elementos vinculados de un Todo, que puede ser alterado por nuestros pensamientos e imágenes mentales, herramientas a través de las quemanifestamos la Ley de Atracción, cuando la invocamos con fe y certeza de merecimiento.
El primer principio de la filosofía hermética sostiene que “Todo es Mente” (Ley del Mentalismo), esto nos permite vislumbrar la fuerza de las proyecciones mentales, y más si mantenemos la coherencia entre acción y pensamiento.
Si creemos que la realidad y las creencias son producto de nuestros pensamientos, como lo enuncia el Mentalismo, entonces podemos modificarlos a partir de percepciones propias, y los sentimientos que las acompañan.
Ley de atracción
La Fuerza del “Yo Soy”
Cada vez que agregamos a una oración la afirmación “Yo Soy” la cargamos de nuestra esencia, y por tanto le brindamos nuestra fortaleza para que se convierta en realidad.
Frases como “yo soy un poco tonta”, “yo soy la que siempre lleva la peor parte en las relaciones”, entre otras, además de generarnos una carga negativa emocional, nos remachan conceptos que atentan contra nuestro bienestar espiritual.
Para atraer amor y respeto a nuestra vida, debemos empezar por nosotros. Utiliza la Ley de Atracción para recuperar la confianza, la autoestima y todos aquellos valores espirituales que nos hacen seres únicos, amados y amables, emanaciones de la Divinidad, dignas de armonía, prosperidad y éxito.
Sin sentido del humor
Enfocarnos en lo que tememos o en lo que no queremos no lo aleja, lo acerca. El Universo no entiende de ironías, miedos o bromas pesadas, simplemente atiende a tus pensamientos recurrentes, y debes tenerlo en cuenta si practicas la Ley de Atracción.
Lo que piensas posee una vibración, positiva o negativa, y en consonancia a ello atrae hechos a tu vida que presentan el mismo tipo de energía.
En guardia
A pesar del uso de técnicas que nos ayuden a trabajar la conciencia plena como el Mindfulness, el yoga o el Ho’oponopono, es prácticamente imposible mantener una vigilancia permanente sobre nuestros pensamientos, sin embargo, podemos centrarnos en el valor de nuestros sentimientos.
Las emociones impulsan los pensamientos y la fe. Al mantener una actitud positiva frente a las distintas circunstancias, colaboramos con la Ley de Atracción para que nuestra mente asuma la misma línea de acción.
Vivir el deseo
Si somos conscientes de la fuerza de nuestros decretos, nos enfocamos en lo que queremos y mantenemos una actitud positiva, podemos proyectarnos al siguiente nivel, sintiendo que ya disfrutamos lo deseado.
Sean objetos materiales, elementos para alcanzar la armonía espiritual, la estabilidad emocional o la satisfacción profesional, si vivimos el deseo como una realidad concreta, estaremos conspirando para lograr su manifestación en el plano físico.
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