Leyendas Argentinas. Conoce las 2 historias más famosas
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Las leyendas son narraciones de origen popular, creadas y transmitidas oralmente. Nacen de la imaginación colectiva, de un grupo de personas o de un pueblo. Son muchas las leyendas argentinas que expresan fantasías, miedos, dudas e incomprensiones.
La palabra leyenda proviene del latín y significa “lo que debe ser leído”. En su origen, las leyendas formaban el conjunto de historias que narraban la vida de los santos y de los mártires y eran leídas en los comedores de los conventos.
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En este artículos veremos las leyendas de dos santos populares, no reconocidos por la iglesia, pero que son muy venerados en casi toda la Argentina.
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Leyendas Argentinas: Difunta Correa
La primera de las leyendas argentinas más populares cuenta que en el año 1841 Deolinda Correa junto a su pequeño hijo partió en busca de su marido que había sido tomado prisionero en los conflictos entre unitarios y federales.
La mujer emprendió ruta bajo un calcinante sol en el desierto de Domingo Sarmiento, también conocido como el desierto sanjuanino.
El cansancio y la sed pudieron más que la voluntad de la mujer por reencontrar a su esposo, muriendo de sed a mitad de camino en las cercanías de Caucete.
El milagro se produjo días después cuando unos arrieros sintieron el llanto de un niño y encontraron a Deolinda muerta en medio del desierto, pero el niño vivo que se había alimentado de los pechos de su madre. Recogieron al niño y a la mujer la sepultaron en el lugar.
Muchas son las historias que se cuentan de la milagrosa Difunta Correa, arrieros que le rezan para encontrar a sus animales, favores contra enfermedades etc. Hace más de 160 años que esta santa popular es venerada y su tumba se ha convertido en un gigantesco altar en el cual se depositan cientos de botellas con agua diariamente.
Hoy en día hay santuarios de esta mujer en varias carreteras de Argentina.
Leyendas Argentinas: Gauchito Gil
Antonio Mamerto Gil Núñez, o simplemente Gauchito Gil, es quizás el santo más popular entre los gauchos, a pesar de no ser reconocido por la iglesia católica.
Poco se sabe sobre su verdadera historia, pero esta es una de las leyendas argentinas más famosas. Una versión cuenta que habría nacido en la década de 1840 en Pago Ubre (actual Mercedes – Corrientes), donde está su principal santuario.
Se dice que habría sido reclutado por el partido Autonomista para la guerra, pero Gil habría desertado, infringiendo la ley y en aquella época la deserción era condenada con la pena de muerte.
Poco antes de morir, (colgado, colgado de cabeza para abajo, con un corte en la garganta, existen varias versiones también para su muerte) el Gauchito Gil le habría dicho a su verdugo que lo perdonaba y que llegando a casa rezara en su nombre para que su hijo que estaba gravemente enfermo se curara, llegando a casa el verdugo rezó y su hijo sanó milagrosamente.
Otra versión cuenta que después de desertar el Gauchito Gil se convertiría en una especie de Robin Hood argentino, que robaba a los ricos para dar a los pobres. Luego fue asesinado, pero quedó su obra y su imagen, como la de un luchador del pueblo.
Sea cual sea la versión verdadera, este santo popular es adorado en toda la Argentina. Se construyen pequeños templos a lo largo de los caminos del país y son rodeados por banderas rojas como una ofrenda al santo.
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