Leyendas de Pasión: historias de amor, locura y muerte
Las leyendas de pasión forman parte de las historias, mitos y relatos populares que con el transcurso del tiempo van quedando en el ideario popular como historias, en su mayoría trágica que hablan del amor, pasión, de amores incomprendidos o prohibidos a lo largo de la historia.
Muchos son los relatos, que en su mayoría parten de un acontecimiento verdadero y luego van agregándosele elementos de acuerdo a las culturas que las acogen o a las diversas visiones de mundo en las cuales son transmitidas.
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Leyendas de Pasión
Veamos algunas de las leyendas de pasión más conocidas o populares en nuestra cultura.
Tristán e Isolda
La leyenda de Tristán e Isolda se remonta al año 1000. Es una historia de amor imposible, que no puede concretarse debido a las imposiciones sociales e intereses políticos de la época, y que termina por unir a los dos amantes sólo en la muerte, como en la bella historia de Romeo y Julieta.
A pesar de que fue una poción mágica que accidentalmente los hizo enamorarse, el amor fue duradero hasta el último suspiro de los amantes. La leyenda de Tristán e Isolda representa a los amantes cuyo amor no encuentra lugar en este mundo debido a reglas y dictámenes ajenos a las fuerzas del corazón.
Juana y Felipe
Otra de las leyendas de pasión es la historia de Felipe el Hermoso y Juana la Loca. En 1496, a los 16 años, Juana, hija de Isabel y Fernando, Reyes Católicos de España, se casó con Felipe de Austria, llamado de El Hermoso.
Dice la leyenda que los jóvenes se enamoraron a primera vista. La relación empezó con pasión arrolladora, pero en poco tiempo Felipe incurrió en constantes infidelidades. En explosiones de celos, la dama hacía cosas como cortar el pelo de las amantes del marido. Así nació su sobrenombre: La Loca.
En 1504, Juana fue coronada reina de Castilla y León. Un día de septiembre de 1507, Felipe se enfermó de fiebre y 20 días después falleció. Juana vagó por Castilla con el cajón de su difunto marido a cuestas, siempre de noche, durante ocho meses. Perdió la corona y fue encerrada por “enfermedad mental” en Tordesillas, donde falleció 46 años después.
Pedro e Inés
Una de las más importantes leyendas de pasión de Portugal se basa en un hecho histórico real, aunque elevado al nivel de mito: los amores de Don Pedro e Inés de Castro.
En 1339 el príncipe Don Pedro se casó con Constanza Manuel, noble de origen castellano. En el séquito de ésta viajaba una bellísima dama llamada Inés de Castro. Inés arrebató de pasión el corazón del príncipe Pedro y empezaron una relación amorosa sin ocultarla de nadie.
El rey Alfonso IV, padre de Don Pedro, no podía tolerar esta situación, sobre todo por intereses políticos. Con algunos de sus nobles hidalgos, apuñalaron sin piedad a Doña Inés, dándole muerte. El mito cuenta que cuando Don Pedro subió al trono, ordenó arrancar el corazón en vida de los asesinos de su amada e hizo desenterrar su cuerpo y coronarla reina de Portugal.
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