Litha, el día de celebración donde la magia es más poderosa
Litha es una de las 8 festividades o Sabbat celebradas por los wiccanos, y marca el solsticio de verano. Aunque no hay consenso sobre el significado de la palabra, algunos estudiosos dicen que se significa “rueda”, haciendo alusión al sol en su máximo esplendor. Otros dicen que significa fuego, también refiriéndose al apogeo de la energía del astro.
La celebración de Litha es de orígenes paganos nórdicos y es la fiesta que sigue a la festividad Beltane. Precede a la llamada Lughnasadh, celebración que marca la Rueda del Año y que se corresponden a los diferentes ciclos de la naturaleza.
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Litha corresponde a la famosa Noche de San Juan. Es el día más largo del año, en el hemisferio norte, y el momento en que se celebra la abundancia, la luz, la alegría, el calor y el brillo de la vida, proporcionados por el sol. En este periodo, el Sol transforma las fuerzas de la destrucción en la luz del amor y de la verdad.
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La festividad de Litha, rituales y tradiciones
Según las historias, en la noche del solsticio de verano, los antiguos tomaban baños purificadores y hacían curas milagrosas en fuentes, ríos y cascadas. Se cree que todo lo que sea soñado, deseado o pedido en la noche de Litha se hará realidad. En este día, se recogen las hierbas mágicas para encantamientos y pociones porque se cree que el poder innato de las hierbas es más fuerte este día. En ciertas tradiciones wiccanas, el solsticio del verano simboliza el final del reinado del año del dios Roble, y es sustituido por su sucesor, el dios Acebo.
Litha es el mejor momento para hacer rituales al aire libre (sobre todo de amor), agradecer a las divinidades, cantar, bailar y contar historias alrededor de la hoguera. Los rituales del solsticio de veranos son seguidos por grandes banquetes, fiestas, canto y bailes, casi siempre al pie de las hogueras. Es tradición saltar por sobre las llamas, sobre un caldero donde están las pociones mágicas o sobre velas. Se invocan y se celebran a los dioses solares.
Además, es tradición jugar el juego de las runas o confeccionarlas (pintarlas) ese día. Brujos y brujas escogen y confecciones sus varitas ese día, además de amuletos, collares, recoger hierbas y ponerlas en las casas como decoración.
Los colores usados en esta festividad suelen ser los anaranjados, amarillos, rojos, verdes, azul y blanco. Se recogen preferentemente hierbas como la salvia, menta, romero, tomillo, helecho, verbena, anís estrellado. Las piedras utilizadas son el rubí, conchas del mar, cuarzo blanco, citrino, cornalina y turmalina amarilla. En esta celebración, hay muchos alimentos que acostumbran ser: frutas de la estación, vegetales frescos, paté de hierbas, panes de cereales o semilla, vino, cerveza y agua.
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