Cómo nos afectan las fases de la Luna Creciente
La fase creciente es el primer paso de la Luna hacia la plenitud. Y así como otros factores astrológicos, las fases de la Luna influyen en nuestra vida. Todos los ciclos lunares son importantes y en esta oportunidad veremos el influjo de las fases de la Luna Creciente.
Fases de la Luna Creciente y significados
Durante estos ciclos es importante tomar decisiones firmes, comprometerse, seguir el plan para alcanzar los objetivos que nos hemos propuestos. Hay que focalizarse además, en los proyectos que ya están andando, los que han salido mal es mejor suspenderlos por algunos momentos.
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Las fases de la Luna Creciente estimulan la fe y la positividad, así que incluso los que puedan estar un poco pesimistas tendrán un influjo energético en este período para que puedas lograr tus metas.
Este es un momento de acción. Si en la fase anterior planificaste y comenzaste algunos proyectos, en este periodo es momento de acelerar, de imprimir acción especialmente en la toma de decisiones.
En términos personales es momento de aclarar malos entendidos, tener conversaciones pendientes, abandonar algunos hábitos o conductas. La Luna Creciente promete abrir puertas e impulsar proyectos a corto y largo plazo.
Cómo nos afectan las fases de la Luna Creciente
La Luna Creciente tiene una energía sutil pero que va aumentando y puede ser muy útil para estimular la creatividad, iniciar planes y hacerlos florecer. Por ejemplo en la jardinería es el periodo de los brotes.
Aunque su energía no es tan potente como la de la Luna Nueva o de la Luna Llena, la Luna Creciente va afectando positivamente nuestro comportamiento, nos proporciona más paciencia, más comprensión y nos indica que es el momento perfecto para trabajar en nuestros objetivos.
La Luna Creciente en el amor
El influjo de esta fase en el amor será mágico y magnético y al mismo tiempo muy directo. Es posible que los solteros tengan una primera cita en este ciclo y si comienza bien, la relación será duradera.
Las personas comprometidas le darán más impulso a sus proyectos de a dos, familiares, de pareja, todo lo que implique poner algo de ambos. Es un ciclo para ir juntos, apoyarse e intentar una conexión más profunda con el compañero o compañera.
La Luna en el trabajo
Es un momento para impulsar los proyectos en el plano laboral. Muchas personas tendrán una conducta más atrevida que los motivará para quedar al frente de proyectos o en el liderazgo de equipos de trabajo.
Esta es una fase para salir de la zona cómoda y atreverse un poco más, no será difícil ya que luna con su energía hará su aporte. Es momento de mantener la dirección y centrarse en lo planificado, sólo así se podrán sortear los obstáculos.
Buen momento para las concretizaciones o los avances importantes en compras de propiedades, coches, pagos de deudas, pedir aumentos de sueldo, ampliar la cartera de clientes o comenzar en nuevos trabajos.
La Luna en la salud
El influjo de las fases de la luna creciente fortalece las dietas saludables, pero también el aumento de peso. Habrá un impulso por mejorar la alimentación y habrá que poner atención en que se haga una dieta equilibrada y saludable y no simplemente aumentar la cantidad de alimentos.
Por otra parte, si alguien está en un gimnasio o con alguna práctica de ejercicios o deportiva, la tendencia será incrementala o mantenerla, lo que traerá beneficios en general para la salud.
También es un buen periodo para hacer una cirugía, ya que la luna creciente favorece no sólo la recuperación, sino también la curación y el éxito de dicha intervención.
Ritual lunar del poder femenino
Como ya sabemos, la Luna Creciente potencia los cambios y genera en nosotros mismos y en nuestro entorno un incremento de energía. Además, esta fase lunar favorece de forma especial a las mujeres, por ello, con la ayuda de algunos rituales, podemos fortalecer y proteger el poder femenino en todos sus aspectos. Para ello necesitaremos:
- Papel Blanco
- Tinta azul
- Tres velas plateadas
- Tres velas blancas
- Un espejo.
Para el iniciar el ritual lo ideal sería que estuviésemos en el exterior, donde pudiésemos recibir la luz de la Luna Creciente. Trazaremos con tinta azul sobre un papel blanco dos triángulos, formando una estrella de seis puntas.
Colocaremos este papel sobre una superficie rígida y sobre cada uno de los vértices situaremos, de forma alterna, tres velas plateadas y tres velas blancas. En el centro dejaremos el espejo (puede usarse uno pequeño).
Una vez todo dispuesto encenderemos las velas de izquierda a derecha, comenzando siempre por una vela plateada. Inspiramos profundamente y observamos nuestro rostro reflejado.
Repetir esta acción las veces que creamos necesarias. Después concluiremos el reto poniendo el espejo hacia abajo y apagando las velas.
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