Magia negra, el uso maléfico de las ciencias ocultas

Curiosamente, el mundo de las ciencias ocultas siempre ha sido perseguido por la Iglesia Católica, sin embargo, algunos de sus miembros o simpatizantes eran a su vez grandes estudiosos de las mismas. Es el caso de Felipe II, ultracatólico monarca español que poseía en el Monasterio de El Escorial una importante colección de libros ocultistas. Y dentro de este tipo de libros, siempre es posible encontrar tanto de magia blanca como de magia negra.

El concepto en sí de magia podemos definirlo como una ciencia secreta que intenta generar, por medio de determinados actos o palabras, resultados que van en contra de lo que establecen las leyes naturales. Y como en la vida todo tiene su lado oscuro, ésa es la vertiente que muestra la magia negra.

Tanto la magia como la hechicería se remontan a las creencias de antiquísimos pueblos orientales. En ellos, el papel del brujo estaba destinado a aquellas personas capaces de sanar a los demás miembros de la tribu. Además, su conocimiento del etéreo mundo de los espíritus le hacía desempeñar un cargo de importancia dentro de la comunidad.

Sin embargo, otras veces estos conocedores de las ciencias ocultas dirigían sus saberes misteriosos hacia el lado más tenebroso, produciendo así enfermedades, accidentes o cualquier otro daño en sus destinatarios.

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Magia negra y sus variantes

Gracias a los poderes extraordinarios que se pueden conseguir con el uso de este tipo de magia, sus practicantes son capaces de controlar la naturaleza o dominar la voluntad de otras personas. Aunque en la antigüedad no había una separación pronunciada entre la ciencia, la religión y la magia, a partir del siglo trece ésta última se fue alejando de las otras dos.

Sin embargo, la magia negra resulta peligrosa tanto para el destinatario como para el que la utiliza. Y es que para que tenga verdadero efecto se invoca a demonios e influencias negativas, hecho que puede volverse en su contra. Es conocida por ejemplo la Ley de tres veces tres (o Ley de Wicca), donde si se utiliza idéntico hechizo tres veces termina volviéndose contra uno mismo, salvo que multiplicado por tres.

• Magia Roja. También llamada hematomancia, se considera un tipo de magia y adivinación que utiliza la sangre u otros tejidos vivos para lograr el éxito de su propósito. En la cultura occidental en la que vivimos se califica como magia negra cuando éstos pertenecen a terceros. Si son propios es considerada magia blanca. Normalmente se emplea para alterar o destruir la vida de otras personas.
• Necromancia. Es un tipo de magia negra que busca controlar a los muertos mediante conjuros.
• Magia gris. En este caso estamos hablando de una mezcla entre la magia negra y la blanca. Sus propósitos finales son más difíciles de definir.

Lo que sí podemos tener claro es que la magia negra utiliza conscientemente las ciencias ocultas para generar daño en los demás.

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