Manta pesada: conoce los beneficios de dormir con ella
Dormir profundamente y de un tirón toda la noche es algo de lo que no todo el mundo puede presumir. Los problemas del día a día a menudo nos los llevamos a la cama y nos rondan sin parar por la cabeza impidiendo nuestro necesario descanso. Sin embargo, con la ayuda de una manta pesada es muy posible que Morfeo nos acoja en sus brazos.
Tras años de estudio, las investigaciones realizadas han demostrado que el uso de mantas pesadas resulta muy favorable para mejorar la calidad del sueño así como para reducir la hiperactividad, la ansiedad o mitigar el autismo.
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¿De qué está rellena la manta pesada?
A priori puede parecer algo angustiosa la sensación de dormir bajo este tipo de manta. Se trata normalmente de un edredón que en lugar de estar relleno de plumas o fibra tiene en su interior pequeñas bolitas de plástico o cristal que le otorgan un peso que puede ir de los cuatro a los doce kilos. El peso más aconsejable está entre el siete y el trece por ciento de lo que pese nuestro cuerpo. Así, si pesamos setenta kilos, siete kilos sería un peso adecuado.
La presión ejercida por la manta pesada genera una especial conexión con el estado de excitación o de calma en el cerebro. Realizar masajes con cierta presión es algo que lleva bastante tiempo haciéndose con el objetivo de reducir la ansiedad y el estrés. Actúa sobre el nervio vago, el cual es el nervio principal del sistema parasimpático, que es el encargado de relajarnos.
Gracias a la presión es posible minorar el cortisol y elevar los niveles de serotonina y dopamina. Tal situación dará lugar a una mejora de nuestro estado de ánimo.
Experimentos realizados con la manta pesada
Son numerosas las personas que sufren insomnio. Con ellas se hizo un experimento haciéndolas dormir con mantas pesadas. Se comprobó entonces que así duraban más cada una de sus fases del sueño. También disminuyeron sus movimientos nocturnos en la cama. Los niños hiperactivos también suelen sufrir insomnio. Al dormir con una manta pesada mejoraron su sueño y también su capacidad de concentración durante el día.
Otro experimento realizado con adultos sanos midió su ansiedad. Tanto de manera objetiva (presión arterial, frecuencia cardíaca, conductancia de la piel), como subjetiva, mediante preguntas sobre cómo se sentían. Dos terceras partes de las personas que durmieron con las mantas pesadas sintieron que habían reducido su ansiedad.
Imitando la presión de los abrazos
La sensación que produce la manta pesada es similar a la presión de un abrazo. Por este motivo llevan muchos años utilizándose con niños con autismo. El tacto de presión favorece que el cuerpo se relaje. Crea tal sensación de seguridad que hace que muchas personas les guste dormir con un edredón incluso cuando es verano.
Las formas de utilizar este tipo de mantas pueden ser de lo más variado. Hay gente que se cubre hasta el cuello, otras sin embargo prefieren colocarlas sobre su regazo o bien por encima de las piernas. Independientemente de la opción elegida, lo importante es que les ayuda a conciliar fácilmente el sueño, reduce su estrés y mejora su descanso.
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