Meditación antiestrés en casa: dedícate un tiempo para ti
Nuestro estado anímico pasa por diferentes momentos a lo largo del año. Lo mismo estamos de subidón porque nos encontramos en un magnífico momento que ciertos hechos nos provocan un bajonazo tremendo. Otras veces la falta de ilusiones nos llevan a una apatía general que también pasa factura en nuestro ánimo. Para intentar relajarnos y hacerle frente a los momentos de angustia y tensión podemos hacer meditación antiestrés en casa.
Quizá el día a día convierte en complicado cada intento para dedicarnos a nosotros mismos unos minutos. Siempre tenemos cosas que hacer y compromisos que cumplir con otras personas. Tal situación impide que seamos capaces de controlar aquellas presiones continuas que imposibilitan nuestro necesario descanso.
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Pero si aspiramos a mejorar nuestra salud y emociones, dedicar unos minutos a la meditación antiestrés en casa facilitará una mejora sustancial de nuestra calidad de vida.
Como para practicar la meditación antiestrés en casa
Practicar la meditación treinta minutos al día ayuda a minorar los síntomas de ansiedad y depresión. Un ejercicio continuado de la meditación aumenta la fortaleza interior y nos permite afrontar de una manera más efectiva los problemas con que nos obsequia la vida.
Llevar una agenda emocional
Lo mismo que tenemos apuntado las reuniones, las visitas al médico o el día de las obras del colegio de los niños, también debemos esforzarnos por dedicar un tiempo diario a nosotros mismos. La ocasión propicia para practicar la meditación antiestrés en casa.
Pasos para practicar la meditación antiestrés en casa
1. En primer lugar deberemos buscar un lugar acogedor y tranquilo en el que nos sintamos cómodos. Una música melódica y a poco volumen así como utilizar una luz tenue ayudarán a generar el ambiente más propicio para la meditación.
2. Una vez que tenemos el sitio, toca acomodarse bien. Para ello nos sentaremos en el suelo, con la espalda recta y el cuerpo relajado. La respiración debe ser profunda.
3. Elegimos un punto concreto que haya frente a nosotros y mantenemos la mirada fija en él. Cuando conseguimos concentrarnos en ese punto poco a poco las distracciones irán desapareciendo.
4. La tranquilidad y concentración que hemos conseguido con la meditación antiestrés en casa nos llevará a poder observar los pensamientos sin necesidad de juzgarlos, tan sólo contemplarlos.
5. El siguiente paso es tratar de generar pensamientos e imágenes positivas de nosotros mismo. Una vez visualizadas nos esforzaremos en mantenerlas durante un tiempo.
6. Por último, el ejercicio termina cuando cerramos los ojos durante unos momentos y nos quedamos en un silencio absoluto. El mejor cierre para nuestra experiencia meditativa.
Con estos sencillos pasos lograremos hacer frente al estrés tan presente en nuestro día a día. Sin embargo, realizar este ejercicio esporádicamente no servirá para nada. Es necesario convertirlo en un hábito. Sus efectos no se producen a corto plazo sino que podemos valorarlos cuando pasa cierto tiempo.
También es importante que intentemos cambiar parte de nuestro estilo de vida que nos conduce a la vida estresante. Si no acabamos con los hábitos limitadores puede que cambiemos nuestra relación con lo que nos rodea pero no se producirá un cambio profundo vital.
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