Meditación dhyana, el camino hacia la iluminación
La meditación dhyana (o jhana) es aquella que se orienta a alcanzar los estados más elevados de consciencia, como paso previo a la consecución del Samadhi: la iluminación (la completa comprensión del Universo y sus elementos).
Doctrinas espirituales como el Hinduismo y el Budismo, consideran la meditación dhyana como un componente esencial en el camino hacia la perfección, entendido como la unión con el Universo (Divinidad).
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A través de la práctica de la meditación dhyana, el sujeto ingresa a un estado de consciencia donde adquiere una cualidad cercana a la omniscencia (es parte del todo) y la atemporalidad (el tiempo es una ilusión y todos sucede a la vez).
Dependiendo de la corriente espiritual que se siga, la meditación dhyana forma parte de una serie de pasos o secuencias necesarias para acceder a la Iluminación, siendo los principales: pratiahara, dharana, dhyana y samadhi.
En pratiahara se trabaja la desconexión sensorial de los estímulos externos, pero sin perder el foco de la consciencia del mundo interior; mientras que dharana, alude a la concentración perfecta.
Una vez que el practicante ha madurado en el nivel dharana, ingresa a la meditación dhyana, donde desarrolla la consciencia antes de llegar al Samadhi (iluminación), estadío que le permite la interacción del ser individual con la energía Universal, con un completo entendimiento del fenómeno.
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Ejercicio de meditación dhyana
Existen distintos ejercicios diseñados para perfeccionar el estado de consciencia durante la meditación dhyana, la mayoría no son aptos para principiantes en las técnicas de meditación, pues requieren el dominio de los principios básicos para aprovechar todos los beneficios de la práctica.
Uno de las secuencias más utilizadas comprende un recorrido interno, centrando la atención en los siete chakras principales, para armonizarlos y equilibrarlos, mientras se eleva la energía Kundalini.
El recorrido inicia en el primer chakra Muladhara (chakra raíz), el cual debe visualizarse en color rojo mientras se repite tres veces el mantra asociado a este centro energético: LAM. Después se recrea la imagen del primer chakra recibiendo una luz dorada (energía kundalini) que lo llena por completo.
Se repite el ejercicio siguiendo la secuencia ascendente: en el segundo chakra Swadhisthana (chakra sacro) el color será naranja y el mantra será VAM; para el tercer chakra Manipura (plexo solar) el color será amarillo y el mantra será RAM.
En el cuarto chakra Anahata (chakra corazón) el color será verde y el mantra será YAM; para el quinto chakra Vishuddha (chakra garganta) el color será el azul y el mantra a repetir será HAM.
En el sexto chakra Anja (Tercer Ojo) el color será azul índigo (añil) y el mantra a entonar será KSHAM (también puede utilizarse AUM); y en el séptimo chakra Sahasrara (chakra coronilla), el color será violeta y el mantra será OM.
Recuerda que después de visualizar el color y entonar tres veces el mantra de cada chakra, debe proyectarse la imagen de que el centro energético es rodeado de una luz dorada que lo llena, antes de ascender al siguiente nivel.
Cuando llegues al séptimo chakra, visualiza que la luz dorada fluye hacia el exterior (saliendo de todos los chakras). La respiración se mantiene pausada y suave, mientras se permite que la imagen mental desaparezca por sí misma.
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