Mes lunar: la luna y el paso del tiempo
El mes lunar, también llamado mes sinódico o lunación, es el intervalo de tiempo comprendido entre dos fases iguales de la Luna, que se suceden una detrás de otra (por ejemplo, la Luna Llena de abril, y la que se produce en el mes de mayo).
Es importante no confundir el mes lunar con el mes sideral, que es calculado en base al tiempo que le toma a la Luna volver a un determinado punto de su órbita, ubicado entre las estrellas fijas.
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Es decir, el computo del mes lunar incluye las orbitas de la Luna y la Tierra (la Luna debe cumplir el mismo periplo que la Tierra alrededor del Sol), y en el mes sideral la Tierra parece estar inmóvil, mientras que la Luna se mueve.
La duración del mes lunar oscila entre 29,27 y 29,83 días (la cifra más utilizada es 29,53); asimismo, el mes sideral comprende un período aproximado de 27,33 días (menos tiempo que el mes lunar).
Cabe destacar que, desde épocas remotas, el mes sideral y el mes lunar han sido utilizados por diferentes culturas, para el diseño de calendarios lunares y lunisolares, (calculado según los ciclos de la Luna y el Sol).
Igualmente, no hay que olvidar la relación especial de los calendarios lunares con temas como la agricultura (siembra y cosecha), el movimiento de las mareas, los ciclos femeninos y la magia natural (rituales y hechizos).
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Importancia del mes lunar en la espiritualidad moderna
En la actualidad, practicantes de astrología y corrientes espirituales modernas, siguen con atención los eventos del mes lunar (registro de las fases de la Luna), en la búsqueda de fechas propicias.
Si bien en la astrología, la Luna está vinculada con el mundo emocional y la figura materna; también se encuentra asociada a la creación de intenciones, que responden a la energía de los signos del zodiaco.
Por ejemplo, la Luna en Tauro puede ser utilizada para trabajar la autoestima o el manejo eficiente de los recursos (materiales o intelectuales); por su parte, la Luna en Sagitario es favorable para tratar los ingresos en moneda extranjera.
Los practicantes de Magia Natural, hechicería y la corriente espiritual Wicca, dan mayor importancia a la fase del mes lunar, que al signo en el que esté presente la Luna, (aunque muchos toman en cuenta ambos aspectos).
En este sentido, la Luna Nueva es el momento de los preparativos y lo nuevos proyectos (intenciones), por lo que se realizan rituales para atraer nuevas oportunidades de empleo o romance, entre otros.
La Luna Llena marca un período de revisión y realización. El sujeto evalúa el resultado de la intención elevada en la Luna Nueva (ejemplo: intención de iniciar curso universitario – Luna Nueva en Sagitario; resultados del proyecto – Luna Llena en Sagitario).
Asimismo, en el plenilunio (Luna Llena) se ejecutan rituales para concretar o dar forma a situaciones que ya existen, (mejorar las relaciones laborales, mantener la prosperidad en el hogar).
Uno de los principales referentes del mes lunar es la Luna Creciente, quizás el período más buscado en la Magia Natural, debido a que se cree que es capaz de incrementar lo que ya se tiene o recuperar algo que se creía perdido (aumentar los ingresos de los miembros del hogar, atraer un viejo amor).
Por último, pero no menos importante, la Luna Menguante ofrece la oportunidad de realizar rituales asociados a aquello que se quiere disminuir, eclipsar o purificar (contrarrestar una enfermedad, deshacerse del rencor o de un vicio); de la misma forma, que propicia la introspección y el proceso de reconocer los errores.
Nota: si bien en la Magia Natural y la astrología se contemplan principalmente las fases lunares Nueva, Llena, Creciente y Menguante; en realidad, se sabe que la Luna atraviesa 9 etapas cada mes lunar: nueva, creciente, cuarto creciente, gibosa creciente, llena, gibosa menguante, cuarto menguante, menguante, y Luna Negra.
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