Oración de buenas noches para encomendarnos a Dios

Cuando llega la noche, cuerpo y espíritu andan normalmente bastante fatigados debido al estrés de la jornada. Toca descansar. Pero antes de dormirnos y reponer fuerzas es fundamental para los creyentes rezar una oración de buenas noches. Con ella agradeceremos a Dios la protección que nos ha brindado durante todo el día.

Y es que orar es hablar con Dios y constituye una de las armas más poderosas de los cristianos. Al hacerlo antes de acostarnos podemos elaborar un resumen del día, donde seguramente hayamos cometido alguna acción de la que no estemos orgullosos. Es el momento de arrepentirnos y solicitar el perdón de Dios.

Pero con la oración de buenas noches no sólo pedimos perdón sino también damos gracias por las cosas beneficiosas que nos han ocurrido. Incluso por las malas, pues a menudo nos sirven de lección para actuar de otra manera en el futuro.

Tras el rezo el alma se tranquiliza y permite que disfrutemos de un sueño calmado y placentero. Un privilegio de aquellas personas que actúan correctamente, tanto con los demás con ellas mismas. Además, esta oración de buenas noches nos protegerá durante el sueño.

Durante esos momentos en los que las percepciones están reducidas y no nos percatamos de lo que ocurre a nuestro alrededor. Por ejemplo, si hay ladrones acechando nuestra casa. Esta oración sirve también para darnos fuerzas para el día siguiente. Conseguir con ayuda de Dios que tengamos una jornada favorable, alejados de los daños físicos y espirituales.

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Oración de buenas noches

Dios bendito y divino,
gracias por protegerme cada día,
por la paz y sosiego que me ofreces y por estar siempre a mi lado,
tanto en los momentos fáciles como en aquellos que son difíciles.

Gracias, oh Dios,
por darme fuerza para afrontar cada jornada con ilusión
y profunda fe en ti.

Ejerces de eficaz guía.

Permite que pueda cumplir siempre las tareas que me propongo cada día,
para así poder sacar adelante a mi esposa y a mis hijos.

Adorado Padre Santo y misericordioso,
fiel acompañante en el camino de la vida,
gracias por dejarme tener grandes amistades
y magníficos compañeros de trabajo.

Protégelos,
tanto a ellos como a mi familia para que nunca les ocurra nada malo.

Gracias por bendecirme antes de dormir,
pues así puedo descansar profundamente ya que mi alma siente jubilosa esa paz completa que sólo tú puedes darme.

Gracias por todo Dios mío y buenas noches.

Amén.

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