Oración de Gloria a Dios, un himno imprescindible
Alabar la grandeza de Dios es algo que debemos hacer todos los cristianos. Y aunque cada uno lo puede hacer a su manera, con sus palabras, hay oraciones que se encargan de facilitarnos la tarea. La oración de Gloria a Dios es una de ellas. Sin duda una de las más importantes.
Conocida popularmente como el Gloria, el nombre completo sería Gloria in excelsis Deo. Se trata de un himno litúrgico que forma parte de las oraciones obligatorias del Ordinario de la Misa, ya sea ésta católica u ortodoxa. Su origen se remonta a muchísimos siglos. Con la oración de Gloria a Dios se venera a Dios Padre y también se glorifica y suplica al Cordero.
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Origen de la oración de Gloria a Dios
El texto primigenio estaba escrito en griego y se pierde en los inicios del cristianismo. Posteriormente apareció otro texto en el siglo III, aunque la versión larga que se reza en la iglesia ortodoxa es del siglo IV. No obstante, este texto no es la forma habitual en las demás liturgias cristianas, las cuales utilizan expresiones que vienen del latín. Así utiliza términos como Cum sancto Spiritu o Tu solus altissimus.
La oración de Gloria a Dios no puede ser sustituida por otra. Comienza a recitarla el sacerdote o bien, según el caso, el cantor o el coro. Entonces le siguen todos los feligreses cantándolo a la vez. A veces alterna el canto de los feligreses con el canto del coro. Cuando no se canta la oración se recita en voz alta por todos los presentes, o bien en dos coros en los que uno responde al otro.
La oración de Gloria a Dios en misa
Suele cantarse aquellos domingos que no pertenecen a la época de Adviento o Cuaresma. También se canta en las fiestas y en las celebraciones más solemnes.
El papa Telesforo (128-139) fue el primer Santo Padre que introdujo este himno en la liturgia. Con él se incluyó en el Ordinario de la festividad de la Navidad. Posteriormente, Símaco (498-514) fue el encargado de que estuviera presente en todas las celebraciones dominicales.
A lo largo de la Edad Media surgieron numerosas oraciones de Gloria a Dios ampliadas en glosas y nuevos versos. Así, la versión adaptada para la festividad de la Virgen María que hay en el Misal Sarum, se utilizó en toda Europa. A pesar de que estas agregaciones de palabras y versos fueron prohibidas en numerosas ocasiones, siguieron interpretándose hasta finales del siglo XVI.
Oración de Gloria a Dios
Gloria a Dios en el Cielo,
y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria,
Te alabamos,
Te bendecimos,
Te adoramos,
Te glorificamos,
Te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre Todopoderoso.
Señor Hijo Único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre,
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros,
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas,
Tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros.
Porque solo Tú eres Santo,
solo Tú, Señor, solo Tú, Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la Gloria de Dios Padre.
Amén.
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