Oración al Justo Juez para protección divina
En este artículo conocemos la Oración al Justo Juez para protección. Para identificar quién es el Justo Juez, debemos remitirnos a las primeras líneas del Credo de los Apóstoles:
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra.
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Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos.
El Justo Juez es una de las advocaciones populares por las que se conoce a Jesucristo, el Maestro Jesús, en su carácter de portador de la justicia divina, sobre los hechos de la humanidad.
Bajo esta denominación, se presenta al Nazareno sentado en un trono desde el que escucha los alegatos e imparte justicia. En ocasiones, la imagen puede estar acompañada de una balanza, un báculo u otros atributos, como una corona.
Los creyentes acuden al Justo Juez en busca de protección, amparo y fortaleza en momentos de adversidad. Uno de los principales centros de devoción a esta divina presencia, es la población de Quetzaltenango, en Guatemala.
En esta localidad, la figura del Justo Juez es presentada bajo su imagen de Nazareno (sosteniendo la cruz camino al Calvario), y es venerada desde el año 1536, cuando fue recibida por los pobladores.
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Oración al Justo Juez para la protección
El incontable número de plegarias que invocan el poder del Justo Juez, demuestran cómo esta devoción popular se ha extendido a lo largo de los años, alrededor del mundo.
Generalmente, los fieles solicitan el favor (o gracia divina) ante el Justo Juez para protegerse de peligros inminentes, sin embargo, también hay quien lo invoca por cuestiones de injusticia, fe, salud y amor.
La mayoría de las plegarias dirigidas a esta presencia divina, son bastante extensas, por lo que una costumbre popular, entre los creyentes, es copiarla (a mano) y colocarla en un lugar visible del hogar o dentro de la cartera.
También es un obsequio común, para aquellos seres queridos que parten lejos del hogar. A continuación se transcribe una de las versiones más conocidas de la Oración al Justo Juez, de autor desconocido y difusión popular:
Divino y Justo Juez de vivos y muertos, eterno sol de justicia, encarnado en el casto vientre de la Virgen María por la salud del linaje humano.
Justo Juez, creador del cielo y de la tierra y muerto en la cruz por amor.
Tú, que fuiste envuelto en un sudario y puesto en un sepulcro del que al tercer día resucitaste, vencedor de la muerte y del infierno.
Justo y Divino Juez, oye mis súplicas, atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.
Tu voz imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos, como Lázaro y el hijo de la viuda de Naím.
El imperio de tu voz ponía en fuga a los demonios, haciéndoles salir de los cuerpos de los poseídos, dio vista a los ciegos, hizo hablar a los mudos, dio oído a los sordos y perdón a los pecadores, como Magdalena.
Tú te hiciste invisible a tus enemigos, y a tu voz retrocedieron, cayendo por tierra los que fueron a aprisionarte en el huerto.
Y cuando expirabas en la Cruz, tu poderoso acento hizo estremecer los orbes.
Tú abriste las cárceles a Pedro y le sacaste de ellas, sin ser visto. Tú salvaste a Dimas y perdonaste a la adúltera.
Te suplico, Justo Juez, me libres de todos mis enemigos, visibles e invisibles: que la Sábana Santa en que fuiste envuelto me cubra, tu sagrada sombra me esconda, el velo que cubrió tus ojos ciegue a los que me persiguen y a los que me deseen mal, ojos tengan y no me alcancen, manos tengan y no me tienten, oídos tengan y no me oigan, lengua tengan y no me acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales cuando intenten perjudicarme.
¡Oh, Jesucristo Justo y Divino Juez!, consuélame en toda clase de angustias y aflicciones, lances y compromisos.
Haz que al invocarte y aclamar al imperio de tu poderosa y santa voz, llamándote en mi auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea en mi contra se embote e inutilice.
Ni los caballos me alcancen, ni los espías me miren, ni me encuentren.
Tu sangre me bañe, tu manto me cubra, tu mano me bendiga, tu poder me oculte, tu cruz me defienda y sea mi escudo en la vida y a la hora de mi muerte.
¡Oh, Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres un solo Dios verdadero!
¡Oh Verbo Divino hecho hombre! Divino y Justo Juez, acompáñame en mi viaje, líbrame de todo peligro o accidente, defiéndeme de mis enemigos y socórreme en mis necesidades.
Amen.
Los seguidores recomiendan rezar la Oración al Justo Juez o recitar plegarias en su nombre todos los días, para obtener fuerza y protección.
También sugieren rezar 3 Padres Nuestros al terminar la oración al Justo Juez, como acción de gracias.
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