Oración de la Sangre de Cristo para derramar bendiciones
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Las oraciones más poderosas son aquellas que provienen del corazón y de la autenticidad. Ejemplo de ello es la Oración de la Sangre de Cristo que invoca la pasión y muerte de nuestro Señor.
Se dice que en el misterio de la muerte de Jesucristo está envuelto mucho poder de sanación y de conversión.
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Puede pedirse por la familia, la relación de pareja, un problema de salud, una necesidad profesional. Aquello que esté invocado para bien bajo la oración de la Sangre de Cristo será concedido.
La oración puede ser precedida por un Padre Nuestro y un Ave María y, para finalizar, puede realizarse una meditación sobre lo que estamos pidiendo.
También es importante recordar que no solo se trata de pedir favores. Puede hacerse en acción de gracias por el don de la vida.
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Por qué invocar la Sangre de Cristo
El motivo principal de la Oración de la Sangre de Cristo es invocar el momento santo en que Jesús derramó su sangre en la cruz para redimir los pecados del mundo. Solo a partir de este momento la historia de la humanidad se divide en dos. Un antes y un después del sacrificio de aquel que siendo Dios, aprendió a obedecer y bajó la cabeza ante los hombres.
Suele pedirse que la Oración de la sangre de Cristo se derrame y cubra todas nuestras necesidades para evitar que caigamos en desgracia.
Sin embargo, cuando ocurre alguna situación desafortunada, la Oración de la sangre de Cristo termina por ser un bálsamo para el corazón de las personas. Invocarla siempre para el bien y para el mal. Pedir su intervención para aliviar el dolor, pero también para agradecer las bendiciones.
Oración de la sangre de Cristo
Señor Jesús, en tu nombre y con
el Poder de tu Sangre Preciosa
sellamos toda persona, hechos o
acontecimientos a través de los cuales
el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos toda potestad destructora en
el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego,
debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas
de la naturaleza, en los abismos del infierno,
y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
rompemos toda interferencia y acción del maligno.
Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares
y lugares de trabajo a la Santísima Virgen
acompañada de San Miguel, San Gabriel,
San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos nuestra casa, todos los que la habitan
(nombrar a cada una de ellas),
las personas que el Señor enviará a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía
para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús
sellamos tierra, puertas, ventanas,
objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos,
y en fe colocamos un círculo de Su Sangre
alrededor de toda nuestra familia.
Te agradecemos Señor por Tu Sangre y
por Tu Vida, ya que gracias a Ellas
hemos sido salvados y somos preservados
de todo lo malo.
Amén.
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